Alberto Fernández tiene siete días para acordar con los bonistas y evitar un juicio por default en Nueva York
El Presidente no descarta sentarse a la mesa de negociaciones y revisa con el ministro Guzmán distintas opciones para hallar coincidencias con los fondos de inversión antes que el 22 de mayo venza la oferta oficial
Por
Román Lejtman
15 de mayo de 2020
Alberto Fernández tiene que despejar tres interrogantes a pocos días de la expiración de la oferta presentada a los acreedores privados que invirtieron 66.000 millones de dólares en títulos soberanos de la Argentina. Y cómo despeje estas dudas, así ejecutará la estrategia de negociación que diseñó junto a su ministro de Economía, Martín Guzmán.
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Alberto Fernández no tiene intenciones de caer en default y apuesta a una negociación de
buena fe con los acreedores privados. Sin embargo, el jefe de Estado no descarta esa posibilidad ante la reticencia de los bonistas para acercar una propuesta que permita encontrar una ecuación de pagos que satisfaga los intereses de ambas partes.
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Alberto Fernández asume la complejidad de un eventual default vinculado a un fuerte stress de la economía nacional y la precaria situación social, y ya está buscando otras alternativas que impliquen presión sobre los fondos para acercar posiciones y lograr un borrador de acuerdo antes que venza la oferta el próximo 22 de mayo.
“Aún estamos lejos. Nosotros proponemos una quita de 70.000 millones de dólares. Y los bonistas quieren que esa quita no exceda los 35.000 millones de dólares. Se trata de plata, se negocia por plata, y se va resolver cuando se arreglen los montos de la plata que finalmente vamos a pagar", explicó a Infobae un integrante del gobierno que conoce los detalles de la negociación.
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La fecha oficial de cierre, es el 22 de mayo. Sin embargo, pueden plantearse tres situaciones diferentes:
1. Default por ausencia de acuerdo.
2. Extensión del plazo de negociación
3. Declarar desierto el canje para formular una nueva oferta que refleje el acercamiento con los acreedores privados.
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Alberto Fernández tiene siete días para acordar con los bonistas y evitar un juicio por default en Nueva York