Titoli di Stato area non Euro ARGENTINA obbligazioni e tango bond (10 lettori)

tommy271

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Deuda: cuál es la propuesta que Martín Guzmán les transmitió a los bancos para que sondeen a los bonistas

Se mantiene la fecha límite del 31 de marzo impuesta por el presidente Alberto Fernández. Las entidades financieras comenzaron a sondear activamente a los acreedores para presentarle sus ofertas al ministro

Por Natalia Donato
16 de enero de 2020
[email protected]







Días atrás, el presidente Alberto Fernández dio indicios de cómo viene la negociación por la reestructuración de la deuda. Aunque el gran hermetismo que está teniendo el equipo del ministro de Economía, Martín Guzmán, invita a pensar que el proceso viene más lento de lo deseado, lo cierto es que ocurre lo contrario. El mandatario dijo que el deadline es el 31 de marzo para el cierre de la negociación y los bancos ya tienen el estricto mandato de apurar sus propuestas.

“Hasta el viernes hablaban con nosotros. Ya no; nos dijeron que con los lineamientos generales que nos dieron, vayamos a sondear a los acreedores y volvamos, cuanto antes, con una propuesta”, dijo una fuente de uno de los bancos que está interesado en participar del negocio de la reestructuración.

Fuentes de Economía confirmaron que “el proceso ya está en una etapa de presentación de propuestas por parte de las entidades financieras" y que en las próximas semanas habría novedades.

¿Cuáles fueron esos lineamientos base sobre los cuales los bancos tendrán que diseñar sus ofertas?

Las primeras pistas ya las había dado el propio Guzmán las veces que se refirió a cómo debe ser una renegociación de la deuda sustentable. “Primero hay que crecer para luego poder pagar”, dijo el ministro en las pocas conferencias de prensa que dio. Y lo mismo había asegurado públicamente Fernández. En otras palabras: la oferta debe contemplar algunos años de gracia en la que el Estado no tenga que cumplir con el pago de capital ni intereses y que ese alivio financiero le permita a la Argentina comenzar a despegar.

El ministro les habló a los bancos de dos a tres años de gracia para capital e intereses y luego de ese período comenzar a pagar. ¿Con o sin quita nominal? Es la gran pregunta.

Según las fuentes, Guzmán no tiene en la cabeza avanzar con una oferta que contemple quita de capital, aunque sí podría haber reducción en los intereses. Lo que el economista quiere evitar es una nueva avalancha de juicios, como sucedió en el pasado, por lo que la propuesta contemplará un exhaustivo análisis de las condiciones de cada contrato.

Lo que trascendió de las charlas que el ministro tuvo con los bancos interesados es que podría haber quita del 50% en los cupones, aunque este será el gran tema a negociar. “Si hoy el promedio de los bonos rinde 6%, una de las ideas es pagarles 3%, que igualmente es mucho más que lo que rinde el dinero en el mundo”, señaló la fuente.

Estas son las bases con las que los bancos comenzaron esta semana a sondear más activamente a los acreedores -muchos son grandes fondos de inversión- para luego definir una propuesta concreta, que puede finalmente tener modificaciones. “Esto es lo que quiere el Gobierno para poder respirar dos años; ahora hay que ver si lo aceptan los acreedores”, dijo otra fuente.

“No pagar nada se corresponde con alguien quebrado. No es el caso de la Argentina, que tiene un problema de credibilidad por la administración actual, no por el país en sí. Si yo fuera un inversor, me muero de risa. Para mí, no pagarme nada por dos años sería defaultearme”, señalaron desde el equipo económico del anterior gobierno.

El ejercicio que había presentado la gestión anterior contemplaba seguir pagando los intereses y extender los pagos de capital por cuatro años, pero sin quita.
Pero Guzmán trabaja ahora con otros parámetros y considera que además de un problema de liquidez, el país tiene un problema de solvencia y que la propuesta de renegociación de los poco más de USD 100.000 millones de deuda que está en manos de bonistas privados debe ser sustentable en el tiempo.

Consultado el experto en renegociaciones de deuda, Pablo Giancaterino, señaló que hoy “no hay estudio jurídico que no esté preparado para no litigar con la Argentina. Este canje necesariamente tiene que contemplar una canasta diferente de propuestas, con bonos que queden afuera, como los emitidos en 2005 y 2010. Si el Gobierno quiere hacer algo genérico, se va a demorar y lo va a hacer muy engorroso”, afirmó.

Deuda: cuál es la propuesta que Martín Guzmán les transmitió a los bancos para que sondeen a los bonistas

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tommy271

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Aceleración y default cruzado apuran negociación por la deuda

Acreedores podrían pedir todo el monto emitido si no hay pago

Por Ignacio Ostera




La propuesta del gobernador bonaerense Axel Kicillof de postergar para mayo el pago de capital del bono BP21 que vence el 26 de enero corre el riesgo de que los acreedores extranjeros pidan la "aceleración" de toda la deuda en un caso de default, lo que obligaría a la provincia a hacer frente a la totalidad del monto emitido.

Así lo advirtió en un informe la firma Invertir Online, que recordó las cláusulas a las que están sujetas los títulos colocados con jurisdicción internacional, como es este caso.

Tanto el mandatario como la Casa Rosada necesitan para llevar adelante un canje voluntario la adhesión del 75% de los tenedores, que por la cláusula de acción colectiva permite extender un canje en caso de acuerdo a la totalidad de los acreedores, incluso a los que hayan rechazado la propuesta.

Sin embargo, al mismo tiempo existen otras dos cláusulas que suman riesgo a esta estrategia. La primera de ellas es el "cross default", según la cual cuando un bono no se paga en tiempo y forma, los acreedores asumen que el resto de los títulos están en la misma situación.

El problema es que a su vez cualquier evento de cesación de pagos como puede ser un cross default, habilita, por medio de la cláusula de aceleración, solicitar la cancelación inmediata de todo el capital y los intereses.

Justamente, la jugada de Kicillof se basó sobre el capital del BP21, emitido bajo ley Nueva York, y que debía afrontar a fin de este mes, por unos US$250 millones (un tercio del total emitido). Mientras tanto, el gobernador planteó continuar con los pagos de intereses tanto de ese bono como de otros US$26 millones en euros correspondientes a un título colocado en 2017. En tanto, se prevé que la Anses renovará hoy los US$263 millones que vencen entre capital e intereses de otro papel que la provincia había hecho suscribir al organismo previsional.

En ese sentido, también se abonaron intereses en pesos por el PBA25, lo que habla de una decisión deliberada para diferir el vencimiento del 26 de enero, que incluso es un monto manejable.


Los requisitos


Por eso la decisión del gobernador abrió el debate en relación a si efectivamente era la única opción que tenía. Lo cierto es que al patear el tablero se apuró la negociación, en particular con el tramo de legislación extranjera que requiere el 75% de adhesión. Por el contrario, los de legislación local no tienen cláusula de acción colectiva y son más propensos a modificaciones compulsivas.

"Los bonos con legislación local podrían modificarse con la emisión de un decreto o con una ley del Congreso, ambas alternativas muy al alcance de la mano. Esta situación no se replica en los bonos Ley Nueva York por las cláusulas especiales que se incluyeron en la emisión", advirtió José Ignacio Bano, Gerente de Research de InvertirOnline.

"Para el capital hay un período de gracia de 10 días y para los intereses, 30. En cualquier caso, es un inconveniente porque si se junta un 25% de tenedores, te pueden llegar a pedir la aceleración", apuntó Rubén Pasquali, analista de Fernández Laya.

Uno de los puntos principales es la atomización de los tenedores de este título bonaerense: el mayor porcentaje lo concentra Fidelity de manera directa o indirecta, pero sólo con un 16% del total. Por eso, Pasquali no cree que Kicillof logre reunir al 75% necesario para hacer un canje.

En la misma línea se ubicó Gustavo Neffa, de Research for Traders, quien sostuvo que "si no se activó la cláusula de acción colectiva con el 75%, los bonistas pueden pedir la aceleración". "Ha habido casos de tenedores que litigaron y se salieron con la suya. No va a faltar abogados que metan la cola", evaluó.

Aceleración y default cruzado apuran negociación por la deuda
 

tommy271

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A qué negociación se enfrenta la provincia de Buenos Aires (y la Nación)
Análisis

Por José Ignacio Bano*




Durante esta semana se habló mucho de la negociación de la deuda de la provincia de Buenos Aires que anunció el gobernador Axel Kicillof. Sin embargo mientras eso se anunciaba, otros bonos de la misma provincia (como el PBA25) fueron pagados normalmente ¿Por qué es tan importante este anuncio? En primer lugar, porque habla de la crítica situación financiera de la provincia más grande y más rica de nuestro país, pero también porque puede ser una antesala de la negociación de deuda que está por encarar la República Argentina.

En el anuncio, el gobernador mencionó dos temas de los que queremos explicar aquí su importancia. Por un lado, habló de hacer una propuesta a los tenedores de bonos para poder cambiar la estructura de pagos del bono (el BP21) y, por otro lado, destacó la importancia de que el 75% acepte la oferta.

El punto central de este bono, y lo que lo diferencia de otros, es que el BP21 fue emitido bajo Ley Nueva York. Esa diferencia de legislación (Ley Nueva York versus Ley Argentina) es fundamental. Según un informe elaborado por el área de Research de InvertirOnline.com, hay dos temas centrales que diferencian los bonos emitidos bajo ley argentina de los emitidos bajo ley extranjera: (1) la discrecionalidad con la que podrá moverse el gobierno respecto a las modificaciones en los términos de emisión de los bonos, y (2) las cláusulas que se incluyen en las condiciones de emisión.

Respecto a la discrecionalidad, los bonos emitidos bajo legislación local podrían verse modificados con la sola emisión de un Decreto de Necesidad y Urgencia o con la aprobación con mayoría simple de una ley en el Congreso. Ambas alternativas parecen estar muy al alcance de la mano. Esta situación no se replica en los bonos con Ley Nueva York por las cláusulas especiales que se incluyeron al momento de la emisión y que se explican a continuación.

Por este motivo, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires habló de hacer una propuesta a los tenedores de bonos. Necesita su aceptación.

Respecto a las cláusulas de emisión de los bonos Ley Nueva York hay varias cosas que aclarar. En primer lugar, tienen entre sus condiciones de emisión una Cláusula de Acción Colectiva que establece los mecanismos para que se pueda dirimir en el mismo mercado algún cambio en su estructura de pagos. El deudor (emisor del bono como la provincia de Buenos Aires o la Nación Argentina) puede hacer una propuesta de cambio, la cual deberá ser aceptada por una supermayoría de los acreedores (los tenedores del bono) para ser efectiva. Esta supermayoría o mayoría especial se define en el prospecto de emisión de los bonos y en este caso es del 75% del capital que resta pagar. Si se logra la aceptación, las nuevas condiciones aplican a la totalidad de los acreedores, también a la minoría que lo rechazó. Por este motivo el gobernador habló de la necesidad de recibir un 75% de aceptación a su propuesta.

Pero lo anterior no es lo único relevante en relación a que el bono sea emitido bajo ley Nueva York. También, los bonos con Ley Nueva York incluyen una Cláusula de Cross Default (podría traducirse como “Cesación de pagos cruzada”) que indica que si un bono entra en evento de default, todos los otros bonos que incluyen esta cláusula pueden ser también considerados en default.

Por último, existe también la llamada Cláusula de Aceleración que hace que ante un evento de default (Cross Default es uno de ellos) los tenedores del bono pueden reclamar que se pague inmediatamente la totalidad del capital e intereses.

La suma de las últimas 2 cláusulas (Cross Default + Aceleración) implica que un retraso en el pago del BP21 sin una aceptación previa de al menos el 75% del capital restante dispare una ola de reclamos de los bonistas por la totalidad de la deuda que la Provincia de Buenos Aires tiene emitida con Ley Nueva York.

Como se dijo al inicio, esto es la antesala de la negociación que debe llevar el Estado Nacional. Esperemos ambas sean exitosas y sean el comienzo de un período de recuperación económica que tanto necesita nuestro país y cada uno de los argentinos.

*Gerente de Research de InvertirOnline

A qué negociación se enfrenta la provincia de Buenos Aires (y la Nación)
 

tommy271

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“TODO EN SU MEDIDA Y ARMONIOSAMENTE”

Vaca Muerta: Ni tabla de salvación ni aval para la deuda
Jue, 16/01/2020 - 5:40pm

Enviado en:
Era una frase del historiador y ensayista Plutarco, escrita en los frontispicios de la antigua Grecia, que el líder del movimiento que gobierna actualmente el país, el general Juan Domingo Perón, rescató en un discurso y popularizó. Podría ser la adaptación de los dichos del presidente Alberto Fernández sobre Vaca Muerta y una supuesta premura de las petroleras internacionales por la sanción de un marco jurídico que blinde subsidios e incentivos como condición para invertir. El jefe de Estado pretende diferenciar las definiciones de política energética de la reestructuración de la deuda, vinculada a que primero el FMI ponga el gancho con la anuencia de la Casa Blanca para luego negociar con los tenedores de bonos. Lo urge el establishment, por un lado, y los K cinchan en dirección opuesta mostrando caminos alternativos que prioricen los pozos convencionales que explota YPF, con los cuales, además de que su staff tiene expertise para ahorrar dólares mediante el aprovechamiento del compre nacional, obtienen el 80% del crudo que extrae en total la compañía. Las principal reserva del megayacimiento, el gas, está cayendo en desgracias como transición del cambio de matriz energética del contaminante carbón y el petróleo, a las fuentes renovables, como las eólicas y fotovoltaicas.







Vaca Muerta encierra un potencial apenas explotado por aprovechar, pero ahora se puso en duda que activarla a cualquier precio sea una cuestión de vida o muerte.
Contenido
La foto del día de Vaca Muerta no la muestra ni como un bleff, ni como la gran promesa de salvación nacional dormida.

Es lo que hay: 17 equipos de perforación inactivos desde el congelamiento pos PASO del precio del barril (ya se ve un tercio menos en funcionamiento en el último año), 600 telegramas de despido y un conflicto laboral en suspenso hasta el 28 de enero, que involucra entre 1900 y 3.500 operarios.

A partir de ahí, todo lo que se diga y proyecte para redefinir el megayacimiento, con sus pros y contras, son verdades a medias.

Ya le sucedió a Mauricio Macri, quien lo tenía como un talismán: la macroeconomía en descomposición inhibía a los inversores, en especial a los extranjeros, pero la imposición de la Casa Blanca, por otra parte, era pasar por Houston antes de llegar a Washington como condición para recibir el alivio financiero del FMI.

Alberto Fernández asumió con la imperiosa necesidad de poner en funcionamiento la economía popular (pobres, Pymes, empleos precarios) mientras le busca la vuelta a destrabar la deuda, recorrido que empieza, antes que nada, por llegar a algún acuerdo con el Fondo… la duda es: ¿iría desenganchado de Vaca Muerta?

Desde su lugar de presidente de YPF, y con el espinel financiero atrás, Guillermo Nielsen se impacienta en blindar por ley las inversiones energéticas, abrochándolas a la reestructuración de la deuda, mientras los defaulteadores K, con el gobernador bonaerense Axel Kicillof como punta de lanza, no tienen ningún apuro y bajan de cartel cualquier acuciante definición que implique destinar subsidios a las petroleras.

El diálogo entre el Presidente y el periodista Horacio Verbitsky publicado en el portal "El Cohete a la Luna", que más de un dolor de cabeza le costó al responsable de la prensa oficial, Juan Pablo Biondi, es revelador de la disritmia política existente: "Mi impresión es que hay una sobreestimación de la importancia de Vaca Muerta y el shale, que hasta ahora ha rendido muy poco. Ha habido una inversión muy alta por parte de YPF, de unos US$10.000 millones, y sólo explica el 15% de la producción de YPF. En cambio, la recuperación terciaria de los pozos que ya existen, inyectando un polímero, cuesta muchísimo menos y tiene un potencial de producción superior a Vaca Muerta y en un plazo más corto", le dijo Verbitsky, en consonancia con lo que opina la línea gerencial de YPF.

Y el mandatario concedió: "Eso es exactamente así", para enseguida acotar: "Esta observación que vos hacés fue precisamente el primer análisis que me hizo Lanziani" (Sergio, el secretario de Energía), quien goza de la absoluta confianza presidencial aunque no provenga del palo petrolero, sino de la ingeniería nuclear.

El misionero arbitra, en todo caso, la postura K que expresa el subsecretario de Combustibles, Juan José Carbajales, a quien promovió Kicillof, y la de un Nielsen que, según Fernández, “está enamorado de Vaca Muerta".

Pero no hay que dejar de considerar que a esta cinchada le mete presión el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, por lo que representa el megayacimiento para el desarrollo de la provincia y el partido de los Sapag al que pertenece, que detenta el poder.

A todo ésto, CFK le atiende el teléfono a un experto al que respeta mucho, como el ex titular de YPF, Miguel Galuccio, quien coincide con Nielsen en que hay que darle como sea manija al shale, pero la vicepresidenta no deja de tomarlas con pinzas porque vienen de la boca de un interesado directo en la explotación de los no convencionales, por ser el dueño de Vista Oil & Gas.

La prematura renuncia del subsecretario administrativo, Maximiliano Galli, no escapa a esta interna ya detonada en el área energética nacional, a la que también agregan su granito de arena los equipos técnicos del PJ que quedaron afuera del primer reparto de cargos.


Corriendo de apuro


Está a la vista que el jefe de Estado necesita ganar tiempo a fin de evitar que la inversión de las petroleras para fracturar, los valores de extracción, la ley del blindaje, la infraestructura, las tarifas pesificadas, los subsidios, el lobbyng de la Casa Blanca para que se les concedan obras a las compañías estadounidenses, la auditoría del FMI y la reestructuración de la deuda pública no se le compacten en un mismo paquete, al que le pongan el sello de trámite urgente.

La cuestión inicialmente pasa por los dólares y los subsidios. antes que por las inversiones, que van para largo. Inclusive, en los últimos 5 años promediaron US$3.000 millones y recién para 2020 se habían programado US$5.000 millones.

La relación entre inversiones y subsidios ha sido demasiado directa. En 2015 habían sido de US$ 5.109 millones y $11.900 millones de aporte fiscal (17%); en 2016, US$ 3.266 millones y $43.000 millones (80%); en 2017 US$ 3.468 millones y $21.900 millones (33%); en 2018 US$ 4.530 millones y $19.524 millones (11%) y; el estimado de 2019 apuntaba a US$ 5.343 millones y los fondos estatales bajaron a 12%.

En moneda local, entre 2014 y 2019 las petroleras recibieron del Estado $146.912 millones.

El replanteo sobre lo que sigue, en medio del actual parate, toma en cuenta que los cuellos de botella en el transporte y la exportación, tanto para el petróleo como para el gas, respectivamente, se tornaron más que ostensibles, como consecuencia de que la producción ya estaría cerca del máximo de capacidad y disponibilidad para 2020-2023.

Hasta que el mercado no se amplíe, se imponen encarar millonarias obras en transporte y hasta una planta de GNL en puerto, también onerosa y a no menos de 5 años de construcción, que no tendrán cabida sí, en rigor, los subsidios se necesitaban como impulso y mucho menos si los fondos públicos constituían la raison d´etre.

La Administración Macri tuvo la oportunidad de avanzar con recursos del Banco Mundial, pero no aceptó la condición que intentaron imponerle de hacer las obras con consultoras y proveedores designados por la institución multilateral.

Equidistante de gritas, el director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys), Víctor Bronstein, puso los puntos sobre las íes en declaraciones a Página 12: “con Vaca Muerta el autoabastecimiento de gas y petróleo estaría garantizado, el problema es que la Argentina sola no tiene plata para desarrollar el yacimiento. Nos guste o no, necesitamos las inversiones de las petroleras internacionales”.

El experto explica además por qué la actividad necesita ser subsidiada: que los valores que las empresas declaran necesitar para producir petróleo y gas no convencionales son más altos que en otros países, y asimismo, como no hay una demanda interna el mercado interno no es suficiente que le dé “escala” al proyecto, se cae de maduro la alternativa de exportar.

En el caso querer enviar gas natural a países con los cuales no se tiene contacto por gasoducto (todos menos Brasil, Chile y Uruguay), sería prioridad erigir una planta que pueda transportar por barco el gas a estado líquido, cuya inyección de capital no bajaría de US$5000 millones.

Es que, por un lado, los hidrocarburos no convencionales tienen unos costos de producción altísimos y exigen una perforación de pozos permanente ya que su rendimiento, alto en principio, enseguida empieza a caer.

Y como ese flujo de dinero no está disponible en el país, se estuvo cubriendo, en parte, con subsidios (desde el Plan Gas de Kicillof, hasta la Resolución 46 de Aranguren) y por otra, con tarifazos.

El meollo de la discusión con las petroleras del exterior, una vez superado el escollo macroeconómico que las ha venido inhibiendo de participar, sería la rentabilidad en dólares que se quieren asegurar y las condiciones que exigen para ello.

Vaca Muerta encierra un potencial apenas explotado por aprovechar, pero ahora se puso en duda que activarla a cualquier precio sea una cuestión de vida o muerte.

Apareció entre cortes y quebradas, como en el tango, la explotación convencional, que exprime hidrocarburos de las napas mediante inyecciones primarias, secundarias y terciarias hasta dejar los pozos exhaustos.

YPF ha sido pionera en esa técnica y la línea gerencial lo tiene tan claro que acude a bienes de capital nacionales para realizar las tareas, a diferencia del fracking donde los equipos son principalmente importados.

El argumento es contundente cuando si algo no sobran son divisas.

Aunque la petrolera de bandera, líder en producción, refinación y abastecimiento de naftas, haya venido invirtiendo casi en forma excluyente en Vaca Muerta, todavía llena muchos más tanques con el crudo convencional que con el shale, La proporción es de 8 a 1, aunque en algunos yacimientos ya anda por la etapa terciaria. En productividad ni en calidad, claro está, el crudo pesado que obtiene es comparable al no convencional.

Pero como por ahí aún están los revolving en la cuenca de San Jorge y la top, Loma de Campana, que ya andan por la 3ra vuelta, queda mucha leche negra por ordeñar.

Alineándose con la estrategia aplicada para el shale en USA, Argentina mantuvo un incentivo alto para el gas y, en poco tiempo, primero logró atender la demanda interna y luego posicionarlo para cubrir una transición de la matriz energética hacia los recursos renovables, como ya sucede en los países escandinavos, a fin de reemplazar en el resto del mundo el carbón, que contamina mucho más que los otros combustibles fósiles.

El tendido del gasoducto ruso que atraviesa Europa, que se suma al que lleva el fluido a uno de los grandes consumidores, China, y puede abastecer a la franja de Turquía, Grecia, los eslovenos, balcánicos y nórdicos, desmoronó el precio de los cargamentos americanos y descolocó futuras contribuciones australes a la oferta.

El millón de BTU a US$7,50, que había sido establecido para el gas de Vaca Muerta y que causó un cortocircuito contractual con el holding Tecpetrol, del grupo Techint, ni el gobierno anterior, ni el actual, ni siquiera el FMI, están dispuestos a seguir sosteniéndolo.

Justificar esos elevados niveles con una larga transición hacia las energías alternativas tampoco convence a los especialistas, y Bronstein lo destacó:
“Se espera que para el 2050 el 70% de la matriz energética seguirá teniendo que ver con los hidrocarburos”.

Vaca Muerta: Ni tabla de salvación ni aval para la deuda
 

ficodindia

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Deuda: cuál es la propuesta que Martín Guzmán les transmitió a los bancos para que sondeen a los bonistas

Se mantiene la fecha límite del 31 de marzo impuesta por el presidente Alberto Fernández. Las entidades financieras comenzaron a sondear activamente a los acreedores para presentarle sus ofertas al ministro

Por Natalia Donato
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Días atrás, el presidente Alberto Fernández dio indicios de cómo viene la negociación por la reestructuración de la deuda. Aunque el gran hermetismo que está teniendo el equipo del ministro de Economía, Martín Guzmán, invita a pensar que el proceso viene más lento de lo deseado, lo cierto es que ocurre lo contrario. El mandatario dijo que el deadline es el 31 de marzo para el cierre de la negociación y los bancos ya tienen el estricto mandato de apurar sus propuestas.

“Hasta el viernes hablaban con nosotros. Ya no; nos dijeron que con los lineamientos generales que nos dieron, vayamos a sondear a los acreedores y volvamos, cuanto antes, con una propuesta”, dijo una fuente de uno de los bancos que está interesado en participar del negocio de la reestructuración.

Fuentes de Economía confirmaron que “el proceso ya está en una etapa de presentación de propuestas por parte de las entidades financieras" y que en las próximas semanas habría novedades.

¿Cuáles fueron esos lineamientos base sobre los cuales los bancos tendrán que diseñar sus ofertas?

Las primeras pistas ya las había dado el propio Guzmán las veces que se refirió a cómo debe ser una renegociación de la deuda sustentable. “Primero hay que crecer para luego poder pagar”, dijo el ministro en las pocas conferencias de prensa que dio. Y lo mismo había asegurado públicamente Fernández. En otras palabras: la oferta debe contemplar algunos años de gracia en la que el Estado no tenga que cumplir con el pago de capital ni intereses y que ese alivio financiero le permita a la Argentina comenzar a despegar.

El ministro les habló a los bancos de dos a tres años de gracia para capital e intereses y luego de ese período comenzar a pagar. ¿Con o sin quita nominal? Es la gran pregunta.

Según las fuentes, Guzmán no tiene en la cabeza avanzar con una oferta que contemple quita de capital, aunque sí podría haber reducción en los intereses. Lo que el economista quiere evitar es una nueva avalancha de juicios, como sucedió en el pasado, por lo que la propuesta contemplará un exhaustivo análisis de las condiciones de cada contrato.

Lo que trascendió de las charlas que el ministro tuvo con los bancos interesados es que podría haber quita del 50% en los cupones, aunque este será el gran tema a negociar. “Si hoy el promedio de los bonos rinde 6%, una de las ideas es pagarles 3%, que igualmente es mucho más que lo que rinde el dinero en el mundo”, señaló la fuente.

Estas son las bases con las que los bancos comenzaron esta semana a sondear más activamente a los acreedores -muchos son grandes fondos de inversión- para luego definir una propuesta concreta, que puede finalmente tener modificaciones. “Esto es lo que quiere el Gobierno para poder respirar dos años; ahora hay que ver si lo aceptan los acreedores”, dijo otra fuente.

“No pagar nada se corresponde con alguien quebrado. No es el caso de la Argentina, que tiene un problema de credibilidad por la administración actual, no por el país en sí. Si yo fuera un inversor, me muero de risa. Para mí, no pagarme nada por dos años sería defaultearme”, señalaron desde el equipo económico del anterior gobierno.

El ejercicio que había presentado la gestión anterior contemplaba seguir pagando los intereses y extender los pagos de capital por cuatro años, pero sin quita.
Pero Guzmán trabaja ahora con otros parámetros y considera que además de un problema de liquidez, el país tiene un problema de solvencia y que la propuesta de renegociación de los poco más de USD 100.000 millones de deuda que está en manos de bonistas privados debe ser sustentable en el tiempo.

Consultado el experto en renegociaciones de deuda, Pablo Giancaterino, señaló que hoy “no hay estudio jurídico que no esté preparado para no litigar con la Argentina. Este canje necesariamente tiene que contemplar una canasta diferente de propuestas, con bonos que queden afuera, como los emitidos en 2005 y 2010. Si el Gobierno quiere hacer algo genérico, se va a demorar y lo va a hacer muy engorroso”, afirmó.

Deuda: cuál es la propuesta que Martín Guzmán les transmitió a los bancos para que sondeen a los bonistas

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È evidente che se vogliono acquisire la benedetta fiducia dei mercati devono escludere i bond par. Tuttavia dagli attuali prezzi dei par il mercato non non ci crede.
 

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