Titoli di Stato area non Euro ARGENTINA obbligazioni e tango bond (6 lettori)

Vespasianus

Princeps thermarum
.

Schermata 2019-11-14 alle 08.44.01.png
 

tommy271

Forumer storico
El regreso de Galuccio, la llegada de Sapag o un tapado, las opciones para dirigir YPF

14 Noviembre 2019 - 00:01

Ambos tienen puntos a favor y también cuestionamientos. El primero por su nuevo emprendimiento; el segundo, por ser del MPN.




Carlos Burgueño[email protected]





El regreso de Miguel Galuccio, la llegada de Jorge Sapag o un tercero aún desconocido, pero avalado por el justicialismo. Estas son por ahora las opciones que se manejan dentro del albertismo para la conducción de la empresa más importante del país: YPF. La petrolera renacionalizada por el kirchnerismo será, prometen en el próximo oficialismo, uno de los focos más importantes de la nueva administración, con una función doble: regular el mercado de los combustibles y liderar “el renacimiento” de Vaca Muerta, según la definición de una muy alta fuente cercana a Alberto Fernández.

El primer candidato es Miguel Galuccio, propuesto por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y bien visto desde el “albertismo”. Galuccio cuenta como activo para el próximo oficialismo, haber aceptado conducir la petrolera inmediatamente después de haberse renacionalizado; y cuando el destino económico y político que le aplicaría el kirchnerismo era una incógnita.

Uno de los méritos de Galuccio fue haber levantado un muro entre las presiones políticas del oficialismo de entonces, y darle a la conducción de la empresa un perfil técnico y estrictamente profesional; alejando las intenciones de muchos dirigentes, especialmente de La Cámpora, que pugnaban por los apetitosos lugares del directorio. Galuccio, además, mantuvo una política de no intervención en polémicas y sólo habló de producción e inversión en el mercado petrolero local.

Con el tiempo logró interesar a petroleras internacionales, incluyendo un polémico primer contrato con Chevron (cláusulas secretas incluidas), pero que luego permitió llegada de otras compañías internacionales.
El problema del candidato para volver a YPF es otro. En los últimos años dedicó el 100% de su tiempo a uno de sus sueños: su propia compañía de servicios petroleros, Vista Oil & Gas, dedicada en exclusividad a las empresas que operan en el proyecto de Vaca Muerta.

Su proyecto fue exitoso, al punto que en julio pasado, abrió su cotización en Wall Street, convirtiéndose en la primera empresa dedicada exclusivamente al proyecto neuquino. El propio Galuccio hizo sonar la campana de la Bolsa de Nueva York, sabiendo que había recaudado por esa operación unos u$s100 millones. “Celebramos ser el primer IPO (oferta pública de venta) para Vaca Muerta. Es un día importante para nosotros y para la Argentina que una compañía independiente pueda estar en la Bolsa de Nueva York...”, dijo, emocionado, ese día.

El problema ahora es que para muchos dirigentes del “albertismo”, no sería ético que un empresario de una empresa de servicios petroleros vinculada directamente a casi todas las compañías que operan en Vaca Muerta, sea luego director de una de las petroleras que la contrató. Y para Galuccio tampoco es hoy proyecto abandonar su creación privada. Así se lo hizo saber a Cristina Fernández de Kirchner, en un encuentro semisecreto (en Cuba) que mantuvo con la expresidenta y donde la ex jefa de Estado le manifestó que esa dualidad no era problema.

El otro nombre que se analiza es el del exgobernador de Neuquén Jorge Sapag entre diciembre de 2007 y 2015. La propuesta la hizo el actual titular del ejecutivo de la provincia, Omar Gutiérrez, en la visita que éste le hizo a Alberto Fernández el 31 de octubre pasado en las oficinas de la calle México.

El encuentro, planteado como una cuestión diplomática, sirvió para hablar de Vaca Muerta. Y para que quedara en claro que la visión del presidente electo es similar a la de Gutiérrez y lejana a la propuesta del contrincante peronista en las elecciones neuquinas, el kirchnerista Ramón Rioseco.

Este último había hecho campaña con declaraciones ambiguas sobre las inversiones privadas en Vaca Muerta. Sapag tiene un activo para el “albertismo”. Apoyó abiertamente la reestatización de YPF cuando era gobernador, declarando que “celebramos la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF y que el 25 por ciento de las mismas pase a las provincias y el 26 por ciento a la Nación”, avalando luego todas las acciones que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner hizo con la petrolera ya estatal.

Sapag está fuera de la política partidaria electoral del Movimiento Popular Neuqino (MPN) desde hace años, y declaró siempre que su futuro lo buscaría fuera de la política. El día de las elecciones del 27 de octubre dijo que “los gobiernos nacionales tienen que tomar a Vaca Muerta como una política de Estado, respetar las reglas de juego y saber que si hay más inversiones, hay más producción y más se recauda”, coincidiendo casi a coro con lo que se propone en las oficinas de la calle México.

El problema de Sapag es político. Desde el kirchnerismo se recuerda que el MPN hizo campaña en las elecciones provinciales, criticando abiertamente a la expresidenta y a su gobierno. Se considera además que la presidencia de YPF es uno de los pocos lugares donde una persona puede lucirse en su administración. “Para qué le vamos a dejar a un opositor, algo que por naturaleza de la historia es nuestro. Fuimos nosotros los que la reestatizamos”, reflexionan cerca de la expresidenta. Ante el panorama, muchos consideran que puede haber un tercero en la lista, nombre que, por ahora, sólo conoce Alberto Fernández.

El regreso de Galuccio, la llegada de Sapag o un tapado, las opciones para dirigir YPF
 

tommy271

Forumer storico
Tasas de interés “negativas”, la fórmula de Alberto Fernández para revivir el consumo y a las Pymes

Las fuertes restricciones cambiarias darán lugar a un esquema parecido al del período 2012-2015. Los bancos tendrán más pesos disponibles y se espera un repunte de las líneas de préstamos personales y las de corto plazo para las empresas. El nuevo gobierno buscará una rápida sensación de alivio

Por Pablo Wende
14 de noviembre de 2019








Los bancos se van preparando para el escenario que viene. El camino ya lo empezó a marcar incluso la actual administración del Banco Central, que se va el 10 de diciembre. Fue Guido Sandleris, el titular de la entidad, quien avanzó con una rápida baja de la tasa de referencia de cinco puntos (hasta 63% anual) y un gradual desarme de las Leliq. Esta tendencia no sólo se mantendrá en diciembre, sino que además será profundizada ni bien asuma la presidencia Alberto Fernández.

Como ya lo viene explicando el propio presidente electo, la idea es generar un alivio rápido en la población, en medio de la crisis económica y caída del poder adquisitivo en un contexto de elevada inflación. Pero como no es posible avanzar rápidamente con aumentos de salarios, ni en el sector público ni en el privado (más allá de algún bono puntual), la mejor opción es a través del crédito. Para incentivarlo se promoverá una muy rápida baja de las tasas de interés. Se estima que la actual tasa de referencia del 63% que aplica el BCRA para las Leliq caería a 40% en el primer trimestre del 2020.

Este año todas las líneas de financiamiento sufrieron caídas brutales contra la inflación. El crédito al consumo viene aumentando a un ritmo inferior a 20% anual contra una inflación de más del 50%. Se trata de una de las retracciones más violentas desde el 2002. Por lo tanto, hay una fuerte demanda deprimida, por ejemplo para la compra de bienes durables. El salto en un contexto de tasas más bajas podría ser sustancial y darle impulso al consumo y al nivel de actividad en general.

Los bancos ya comenzaron a reaccionar a este nuevo escenario. Ya no quedan, por ejemplo, entidades que paguen más de 50% por plazos fijos. El último a principios de esta semana era Banco Nación, pero ayer ya la había reducido al 49% anual para colocaciones a 30 días. El resto de las entidades avanzó con bajas más agresivas.

Cuando asuma el nuevo gobierno, la idea es profundizar la baja de la tasa de Leliq, algo que Alberto Fernández prometió en campaña electoral y ahora piensa cumplir. Lo que no está tan claro es que con ese dinero “ahorrado” se pueda aumentar el sueldo de los trabajadores ni los haberes jubilatorios. Pero sí daría un margen para facilitar la colocación de créditos.

Un informe elaborado por el banco de inversión BTG Pactual apunta a esa dirección, mencionando el regreso de las tasas de interés por debajo de la inflación (es decir negativas en términos reales) y del crédito subsidiado: “El sistema financiero, al hacerse de una mayor cantidad de pesos ante las restricciones cambiarias, tendrá más incentivo para otorgar préstamos de corto plazo para la compra de bienes de consumo. El problema de este tipo de medidas es que no favorece el crecimiento de largo plazo. El crédito subsidiado puede generar un buen impacto microeconómico, a expensas de crear más distorsiones de largo plazo”.

El mismo informe advierte que el principal problema que enfrentan los bancos es la caída de depósitos en dólares, ya que se fue aproximadamente un 42% del total. Sin embargo, también advierte que las reservas de liquidez depositadas en el Central alcanzarían para responder inmediatamente a la salida adicional de la mitad del stock que aún permanece. La cifra ya es inferior a los USD 20.000 millones.

En relación al mercado de pesos, la caída de depósitos llegó a $133.000 millones, una tendencia que se profundizó en las dos semanas previas a las elecciones presidenciales. Pero el cepo cambiario y la mayor estabilidad del dólar calmaron también a los depositantes.

En definitiva, los bancos tienen un gran colchón de liquidez que incluso irá aumentando a medida que el BCRA vaya cancelando las Leliq. Como además los bancos recibirán menores rendimientos por sus colocaciones al Central, será más negocio volver a prestar para financiar consumo y los descuentos de cheques y otras líneas de corto plazo para las Pymes.

Tasas de interés “negativas”, la fórmula de Alberto Fernández para revivir el consumo y a las Pymes

***
Ipotesi suggestiva.
 

tommy271

Forumer storico
El riesgo país tocó máximos en la era Macri en un mercado que exige definiciones

La falta de certezas respecto del plan económico de Alberto Fernández golpea a bonos y acciones

por Eugenia Baliño

riesgopais141119.jpg_966076397.jpg




Sin expectativa ya de una reestructuración de deuda "a la uruguaya" ni definiciones todavía sobre cómo quedará conformado el equipo económico del próximo gobierno, los mercados volvieron a castigar a los bonos argentinos ayer y el riesgo país tocó máximos en la era Macri.

El EMBI+ de JP Morgan, que mide la sobretasa que deben pagar los títulos públicos locales respecto de sus pares estadounidenses, cerró ayer a 2.513 puntos, después de haber tocado durante la jornada las 2.540 unidades. De esta forma, retornó a niveles de principios de septiembre, cuando marcó su récord en la gestión Cambiemos.

En sintonía, los seguros contra default para la deuda argentina a 5 años (CDS) continuaron avanzando a paso firme por encima de la barrera de los 5.000 puntos, lo que implica una probabilidad del 98% de que los bonos caigan en cesación de pagos de acá hasta el fin de la gestión de Fernández. Antes de las PASO, la probabilidad era del 49% e inmediatamente después de las primarias había llegado a 75 por ciento.

Según destacaron desde Delphos Investment, "el contexto regional adverso y las indefiniciones del nuevo gobierno en relación a sus políticas económicas llevaron a que la paciencia de los bonistas encuentre un límite, quienes se lanzaron nuevamente a vender los activos argentinos".

Entre los bonos más negociados, sólo el Bonar 24 y el century lograron escapar (por poco) al desarme generalizado de posiciones de grandes fondos y pequeños inversores. Entre el resto del pelotón las bajas llegaron hasta 4,2 por ciento.

"El problema ya no reside en qué tipo de renegociación va a encarar nuestro país, sino en los plazos que implican las diferentes alternativas. Los bonos post renegociación pueden valer, incluso en escenarios de quita y reducción de cupón, alrededor de US$60/65. El problema reside en el tiempo que puede demandar una negociación de este tipo", indican desde Delphos.

Los analistas aclaran que no es lo mismo que la negociación con los bonistas se resuelva en menos de un año bajo una hipótesis de "reperfilamiento o reperfilamiento plus" a que se prolongue por más de tres años en un contexto de default explícito.


Falta de definiciones


La incertidumbre en torno a los nombres que integrarán el futuro gabinete de Alberto Fernández y principalmente respecto de cuál será su plan económico no le permiten a los activos argentinos hacer pie en medio de expectativas de una reestructuración de deuda ya no tan amigable y un escenario económico/financiero local y regional altamente desafiante.

"Aún no tenemos una idea cierta de que es lo que va a hacer el próximo gobierno. Hay gran incertidumbre, especialmente por lo que se dice, o en su defecto no se está diciendo", señaló el director de Balanz, Nicolás Chiesa.

Congelamiento de precios y salarios, que fueron algunas de las pocas medidas que se escucharon con más fuerza desde el entorno del presidente electo, no suenan bien en los oídos del mercado, que las considera trilladas e ineficientes. Las declaraciones en contra de Donald Trump y el acercamiento con Lula y Evo Morales tampoco cayeron en gracia para los inversores que, con pocos indicios, siguen tratando de elucubrar cuál será el rumbo económico que tomará el próximo gobierno a partir del 10 de diciembre.

En este escenario, el S&P Merval sumó su cuarta caída al hilo. Bajó 3,3% ayer y acumula un descenso de casi 10% desde el viernes. El derrape de las acciones líderes fue prácticamente unánime -sólo Cablevisión terminó en alza- y contundente: 11 de los 18 papeles que integran el principal indicador de la Bolsa porteña registraron caídas por arriba del 3 por ciento.

El riesgo país tocó máximos en la era Macri en un mercado que exige definiciones
 

Users who are viewing this thread

Alto