Titoli di Stato area non Euro ARGENTINA obbligazioni e tango bond (3 lettori)

tommy271

Forumer storico
Por qué Alberto Férnandez tiene la gran oportunidad de revertir el estancamiento económico

27 Noviembre 2019

El gobierno electo tiene la gran oportunidad para revertir el escenario económico actual. Si piensa en el largo plazo, reduce el gasto público, baja impuestos y sube el tipo de cambio, estamos para salir del estancamiento económico que traemos desde 2011.


Salvador Di Stéfano






Hay condiciones económicas para revertir la caída del 3% del PBI en 2019. El déficit fiscal primario es muy bajo, tenemos superávit de balanza comercial y el tipo de cambio es alto. Si el gobierno toma atajos atrasando el tipo de cambio estamos en problemas. Hay que resolver el problema de las tres “I”: inflación, iliquidez, e inversión.

El gobierno electo ha comenzado a dar definiciones, y las actuaciones de la administración saliente dan señales de lo que vendrá. A continuación efectuamos un raconto de las últimas novedades y cómo pueden impactar en el mercado:


1) El presidente electo no solicitará al FMI el saldo pendiente del crédito otorgado a Mauricio Macri por u$s57.000 millones, pedirá a cambio facilidades para pagar la deuda. Esto va de la mano con una negociación rápida con los bonistas privados que debería finalizar para el 30 de marzo, hasta dicha fecha se pagarían los intereses y amortizaciones de los bonos.

2) El Banco Central sigue ganado reservas con el duro cepo que ha instaurado. Al 22 de noviembre las reservas suman u$s43.589 millones, una cifra muy similar a las que existían luego de las elecciones presidenciales, sin embargo, al 10 de agosto de 2019 antes de las elecciones PASO las reservas eran de u$s66.309 millones.

3) En los últimos 12 meses la caída de los depósitos en pesos y en dólares equivale a la friolera de u$s31.804 millones. El sistema financiero con menos depósitos tiene escaso margen para dar una mayor cantidad de financiamiento, aunque existe una gran cantidad de dinero invertido en Leliq.

4) El Gobierno pretende una tasa de interés negativa contra la inflación, y la conducción del Banco Central ayuda en ese camino. Para el 11 de diciembre la banca oficial saldría al mercado con ofertas de créditos a tasas muy bajas y generosos plazos para que las pymes puedan recomponer capital de trabajo.

5) Dentro del pasivo del Banco Central, vemos una reducción del stock de Leliq, sin embargo, suben los encajes no remunerados, lo que generan un costo adicional a la banca. Los encajes suman $724.000 millones, el stock de leliq $760.000 millones y los pases a corto plazo $234.682 millones. Si la demanda de crédito creciera, el stock de Leliq y pases se podría volcar al mercado otorgando más financiamiento. Este crecimiento de los agregados monetarios también podría afectar a los precios, de igual forma que una mayor emisión monetaria.

6) En los últimos 12 meses las exportaciones sumaron u$s64.535 millones y las importaciones u$s50.862 millones, el saldo de la balanza fue positivo en u$s13.673 millones. Este saldo es comprado por el Banco Central que pasa a engrosar sus reservas vía emisión monetaria. Si luego utiliza los dólares para pagar deuda pública, y deja los pesos en el mercado, el respaldo de los pesos circulantes cae, y esto puede generar mayor inflación o suba del dólar informal.

7) La relación reservas versus pasivos monetarios totales nos da un tipo de cambio de $60,90, contra una cotización del dólar mayorista en $ 59,94, o sea casi están en línea.

8) El dólar de largo plazo se ubica en torno de $55,00, comparando nuestra moneda con el índice de tipo de cambio real multilateral, mientras que el dólar mayorista se ubica por encima de dicha marca en $ 59,94. En diciembre de 2013 el dólar mayorista estaba en $6,52 y el dólar de largo plazo en $7,95. Esto implica que durante el cepo que impuso Cristina Fernández el precio del billete estaba por debajo del precio de la cotización de largo plazo. Alberto Fernández tiene un tipo de cambio más apreciado, lo que le permite largar con ventaja.

9) El resultado fiscal del primer año del gobierno de Mauricio Macri dio como resultado un déficit primario (ingresos menos egresos netos de intereses) de u$s21.701 millones.
El déficit primario medido en dólares de los últimos 12 meses, tomando los resultados de octubre de 2019, nos da u$s2.352 millones, una reducción del 89,2%. Es un buen punto de partida para el gobierno entrante, aunque debería lograr pasar a superávit, mucho no le falta.

10) El gobierno de Mauricio Macri pagó el costo de subir las tarifas, en diciembre de 2015 los usuarios pagaban el 3% del costo de la electricidad y 13% del costo del gas. En la actualidad, los usuarios pagan el 58% del costo de la electricidad y el 66% del costo del gas. Queda un camino por recorrer, pero lo más pesado ya se realizó.



Conclusiones


Alberto Fernández hereda un gobierno con un buen marco macroeconómico, ya que el ajuste de tarifas, fiscal y la balanza comercial le dejan un margen de acción para mejorar en el corto plazo.

La actividad económica tocó su techo en el año 2017, alcanzó un piso en el año 2018 y durante 2019 logró estabilizarse por encima del piso del 2018, pero será difícil alcanzar los niveles 2017. Como ejemplo, la venta de supermercados cayó un 13% en precios constantes desde el máximo de 2017 y la utilización de capacidad instalada de la industria se ubica en el 57,7% cayendo un 13% desde los máximos de 2017.

La caída de ventas y la suba de gastos de estructura dejaron a las empresas pymes con una gran pérdida de rentabilidad. En el mercado no hay inversión porque no se gana dinero, y la inexistencia de crédito hace que el mercado tenga iliquidez. Todo esto se conjuga para tener un presente poco feliz.

El próximo Gobierno debe combatir las tres “I”, debe sentar las bases para que retorne la inversión en Argentina. No juega a favor que se incremente el impuesto a las retenciones, la suba la tasa de bienes personal y que sigan permitiendo que los balances no se ajusten por inflación. Hay que trabajar para que desaparezca la iliquidez, para ello se evalúa que el 11 de diciembre se ofrezcan líneas de crédito a tasas subsidiadas para las empresas. La tercera “I” es la de la inflación, para ello hay que trabajar en varios frentes, no hay que emitir en forma descontrolada, hay que incentivar inversiones para que exista más oferta, y reducir impuestos distorsivos.

No parece, a priori, que el gobierno de Alberto Fernández trabaje para tener un dólar recontra alto, todo hará indicar que, con las medidas que se podrían tomar, están con la idea de planchar el tipo de cambio, algo que favorece a la economía del sector urbano y perjudica a la economía exportadora, rural y productiva.

El gobierno electo tiene la gran oportunidad para revertir el escenario económico actual, si busca atajos con suba de impuestos, planchar el tipo de cambio y emisión sin respaldo, la recuperación económica tendrá patas cortas. Si piensa en el largo plazo, reduce el gasto público, baja impuestos y sube el tipo de cambio, estamos para salir del estancamiento económico que traemos desde 2011.

Por qué Alberto Férnandez tiene la gran oportunidad de revertir el estancamiento económico
 

tommy271

Forumer storico
Herencia: Alberto Fernández y Macri discuten por $160.000 millones de déficit fiscal

28 Noviembre 2019 - 00:01

Es la distancia entre el 0,5% sobre PBI que defiende el Gobierno y el 1,5/ 1,8% que asegura el presidente electo que le dejará la actual gestión. El dato es clave para negociar un plan de pagos con el FMI.


Carlos Burgueño[email protected]





Alberto Fernández planteará la necesidad de llegar a un superávit fiscal primario, como una política de Estado. El presidente electo lo dejará en claro ante un ámbito concreto: el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En el primer caso, como muestra sobre la intención de darle a la economía argentina un esquema de previsibilidad. En el segundo, como el aporte que hará el Estado nacional para la causa. Lo que aún no está claro, es el año en el que la próxima gestión podrá llegar a ese superávit.

El problema son las diferencias entre lo que afirma el próximo gobierno que se recibirá como herencia en las cuentas públicas; y lo que desde las oficinas de Hernán Lacunza se garantizan que serán los datos fiscales. Desde el albertismo se estima que el desequilibrio que le dejará la gestión de Mauricio Macri, alcanzará un déficit de entre 1,5 y 1,8% del PBI; por encima incluso de la meta de 1% comprometida ante el FMI para este año, según reza el stand-by vigente.

Si se cumpliera la previsión de la aún oposición, el déficit primario treparía a los $ 250.000 millones. Lacunza afirma y garantiza, que el dato será mucho menor, y que Alberto Fernández heredará, en el peor de los casos, una diferencia entre ingresos y gastos de no más de 0,5% del PBI. Esto es, un porcentaje aún menor (la mitad) que lo firmado ante el FMI en septiembre del año pasado. La diferencia alcanza entonces a los $160.000 millones; un nivel incluso superior al costo del paquete pos-Paso que lanzó Mauricio Macri luego de la derrota del 11 de agosto, y que en toda la línea de gastos incrementados e ingresos postergados acumuló unos $90.000 millones.

La realidad tardará en conocerse. Recién para la tercera semana de enero se sabrá cual es el resultado fiscal primario real que dejó Mauricio Macri en su paso por la administración nacional; y, en consecuencia, que tan lejos estará Alberto Fernández en garantizar el año en que logrará el equilibrio.

Igualmente, la intención del próximo presidente es que no más allá del 2021, el superávit sea una realidad y que para el final de su mandato, puesta mostrar un superávit no menor al 1% del PBI. La intención es aún más ambiciosa: según el próximo gobierno, este resultado positivo se logrará con una expansión de la economía y no con ajuste.

Este esquema de búsqueda del equilibrio fiscal, fue uno de los puntos principales que el propio Alberto Fernández habló con Kristalina Georgieva en la conversación telefónica que ambos mantuvieron la semana pasada. Y, según el albertismo, la confianza del próximo jefe de Estado en lograr números positivos entre ingresos y gastos, fue uno de los capítulos que más entusiasmó a la directora gerenta del FMI.

La economista búlgara, coincidió con el argentino en que el superávit primario es fundamental para que cualquier plan económico local sea creíble; y le dio un primer voto de confianza a su interlocutor local hasta conocer cómo se garantizará ese objetivo. No hablaron de años concretos; pero Alberto Fernández le mencionó que la herencia que recibirá no es la que menciona el Gobierno, sino mucho peor.

Al menos 1 punto del PBI peor. Georgieva no emitió comentarios, ni mucho menos coincidencias. Pero le otorgó el beneficio de la duda al presidente electo hasta conocer el programa económico general que tiene en mente el argentino. Lo que sí quedó como compromiso desde Buenos Aires, es que para el momento de terminar su mandato de cuatro años, Alberto Fernández entregará las cuentas públicas con superávit fiscal.

Este punto es, obviamente, indispensable para que desde el FMI se tome en serio una promesa de pago desde la Argentina, al momento de renegociar los términos del pago del stand-by vigente. Ya en esa charla, Alberto Fernández le había aclarado a la directora del FMI, que su intención era la de no pedir los casi u$s11.000 millones que aún el organismo podría girar como parte de los desembolsos comprometidos y no ejecutados en el acuerdo vigente.

También en esa conversación, se habló de la necesidad de negociar un plan de pagos al estilo del acuerdo que en septiembre del 2003 el país firmó con el Fondo, durante la gestión de Néstor Kirchner. Nuevamente, la búlgara ni avaló ni negó la posibilidad; y dejó todo en manos de los negociadores que habilitará en su momento, y que comandará el venezolano Luis Cubeddu. Lo que sí le aclaró Georgieva al argentino; es que en esa instancia, la presentación de un plan fiscal sólido y creíble será fundamental para que el plan de pagos que proponga el próximo gobierno pueda ser discutido.


Acreedores privados


Una de las cuestiones que aún quedan por resolver de estas negociaciones, es si la discusión con el FMI se hará antes, durante o después de la habilitación de la discusión con los acreedores privados.

La intención del próximo oficialismo, es que el esquema negociador sea paralelo, y que la oferta a los fondos de inversión y bancos se concrete casi al mismo tiempo que las discusiones con el organismo financiero internacional.

No sería el esquema que más convence al Fondo. Desde Washington se defiende la tradición que siempre sea el FMI el que abre las discusiones con países en problemas de pago, y que sólo después de un acuerdo que incluya el plan de pagos del stand-by. Desde Buenos Aires se percibe que esta actitud tiene una motivación concreta: que el FMI se garantice la existencia del dinero para cumplir con ese plan; ya que, se sabe, son muchos los técnicos que hablan en Washington de la imposibilidad del país para cumplir con los pagos al Fondo y a los acreedores privados al mismo tiempo. Son los mismos que en la sede del FMI hablan de una necesaria quita de capital e intereses.

Herencia: Alberto Fernández y Macri discuten por $160.000 millones de déficit fiscal
 

tommy271

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La economía comenzará 2020 con una caída del 1% por el arrastre de 2019

Consultores estiman la baja del PBI para este año entre 2,2% y 3%. Entre los motivos de la recesión se destacan los efectos del salto cambiario post-PASO que continuarán impactando en la economía real

28 de noviembre de 2019







La caída de la actividad económica, que arrojó un retroceso del 2,1% en septiembre golpeada por los datos negativos en la construcción y la industria, no encuentra piso en 2019. Según la consultora Ecolatina, en el último trimestre del año se contraerá casi 4% interanual por lo que estimó un retroceso del PBI en promedio de 2,7% en 2019, dejando un arrastre negativo cercano a 0,8% para el primer año del gobierno de Alberto Fernández.

Para Juan Ignacio Paolicchi, analista de Eco Go, la caída del Producto en el último año de gestión del presidente Mauricio Macri finalizará en 2,2%, dejando un arrastre para 2020 en torno al 1%.

Asimismo, Miguel Zielonka, director asociado en Econviews estimó un desplome de la actividad económica para este año de 3% y un retroceso del 2% para el primero año del próximo gobierno.

No hay que perder de vista que según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en los primeros nueve meses de 2019 la actividad económica retrocedió un 2,3% frente al mismo lapso del año pasado.

Mientras que los expertos del IARAF resaltaron que la devaluación post PASO y la incertidumbre en el mes previo a las elecciones convalidaron al dato de septiembre como el nuevo piso de la recesión. Al tiempo que agregaron que el nivel de producto actual fue superado por primera vez en noviembre 2010. “Tras nueve años de recesiones recurrentes, la Argentina posee prácticamente el mismo nivel de actividad económica”, detallaron.


Razones detrás del retroceso


Entre los motivos de la caída de la economía Ecolatina destacó, por un lado, los efectos del nuevo salto cambiario que continuarán impactando en la economía real. Y por otro, la aceleración de la inflación que volvió a deteriorar el alicaído poder adquisitivo de los ingresos.

“Adicionalmente, el temor a un nuevo salto cambiario tras las elecciones a fines de octubre llevó a una fuerte dolarización durante el mes, restringiendo el ingreso disponible para consumo y ralentizando la recuperación tras el shock cambiario”, dijo en su último reporte. Añadió que el debilitamiento de la demanda interna también estará influida por la incertidumbre acerca de las políticas a tomar por el próximo gobierno, “que limita la inversión productiva y repercute con mayor dureza en la construcción, la actividad inmobiliaria y el sector financiero, en un mercado de crédito muy limitado”.

Asimismo, detalló que durante la primera mitad del tercer trimestre, es decir, hasta mediados de agosto, los principales indicadores económicos continuaban la tendencia iniciada unos meses atrás. Destacó que en un marco de calma cambiaria, la desaceleración de la inflación y parcial recuperación del poder adquisitivo, la actividad -cosecha récord mediante- comenzaba a mostrar una mejora en términos interanuales.

Sin embargo, Ecolatina consideró que “el resultado electoral de las PASO disparó una corrida cambiaria que desencadenó una creciente incertidumbre financiera”. A lo que sumó que “la inestabilidad nominal resultante debilitó las referencias en el sistema de precios e imposibilitó la realización de transacciones que se hubieran llevado a cabo en condiciones normales, comprometiendo la cadena de pagos y el capital de trabajo”.

Cabe destacar que pese a las medidas tomadas por el gobierno (bonos y exención impositiva en ingresos y en algunos productos de la canasta alimentaria) el impacto inflacionario del salto cambiario, en un contexto de elevada incertidumbre por el devenir de la economía en los próximos meses, redujo el consumo de las familias y enterró cualquier atisbo de recuperación para el resto del año, observaron desde la consultora.

La economía comenzará 2020 con una caída del 1% por el arrastre de 2019
 

tommy271

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Por primera vez en el año y a 13 días de la asunción de Alberto Fernández, el BCRA emitió $20.000 millones

Con la operación se concreta la decisión del gobierno de afrontar parte del déficit fiscal con emisión. Para el Banco Central, el monto transferido “es totalmente compatible con el cumplimiento de la meta monetaria”

Por Fernando Meaños
27 de noviembre de 2019






El Banco Central de la República Argentina (BCRA) giró $20.000 millones al Tesoro en concepto de adelantos transitorios, según la última información publicada por la autoridad monetaria. La transferencia se realizó el pasado 21 de noviembre en base al decreto de necesidad y urgencia 740 del pasado 29 de octubre, que autoriza este tipo de operaciones hasta un total de $400.000 millones.

Fuentes del Banco Central explicaron a Infobae que el Tesoro le solicitó un incremento en los adelantos transitorios que fue aprobado la semana pasada por el Directorio en su habitual reunión de los jueves. Argumentaron que el pedido fue motivado en “el pico estacional en el gasto del Tesoro de cada año, en el contexto de ausencia de crédito de mercado para el sector público nacional”.

Asimismo, en el BCRA destacaron que “el monto es totalmente compatible con el cumplimiento de la meta monetaria que definió el Comité de Política Monetaria (COPOM) y consistente con el aumento estacional de la demanda de dinero que comienza a observarse en esta época del año”.

Desde el gobierno siempre se aclaró que no hay planes de transferir la totalidad de los $400.000 millones habilitados por el DNU.

En una reunión con periodistas celebrada el lunes pasado, en la que trazó un balance de la gestión económica de Cambiemos, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, se refirió a la posibilidad del regreso de los adelantos transitorios. Al respecto, puntualizó que en esta oportunidad los mismos no tendrían efecto inflacionario ya que obedecían a incrementos en la demanda de dinero.

Si bien se trata de la primera transferencia de este tipo realizada en el año, en el mercado se espera que esta clase de operaciones vuelvan a producirse antes del 10 de diciembre, ante los apremios fiscales que atraviesa el gobierno en el final de su mandato y el amplio monto de $400.000 que estableció el DNU 740/19. No obstante, desde el gobierno siempre se aclaró que no hay planes de alcanzar la totalidad de la suma habilitada por el DNU.

Los giros del Banco Central al Tesoro, materializados a través de adelantos transitorios y de transferencia de utilidades, siempre fueron signados como un factor inflacionario durante la gestión económica de Cambiemos. Estimaciones del BCRA aseguran que entre ambos ítems en 2015 llegaron a transferirse casi un 5% del PBI. Ese indicador cayó sensiblemente en los años siguientes, lo que oportunamente fue presentado como un logro en el combate contra la inflación.

El actual gobierno fue reduciendo paulatinamente esas operaciones hasta llegar a niveles mínimos en 2018, a tal punto que el primer acuerdo celebrado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en junio de 2018 se preveía su eliminación total, algo que no pudo cumplirse.

Por primera vez en el año y a 13 días de la asunción de Alberto Fernández, el BCRA emitió $20.000 millones
 

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