tommy271
Forumer storico
En Portugal, con Santander y Bankinter, y en Reino Unido, con en el Sabadell
Los bancos españoles apostaron en 2015 por el negocio exterior ante la caída del doméstico
La diversificación geográfica se impone a la espera de más fusiones en España
José Luis Marco 23 diciembre 2015 / 05:00h
A falta de fusiones...
A punto de concluir el año, el ejercicio de 2015 ha sido aprovechado por los bancos españoles para entrar o crecer en otros mercados exteriores. La operación del Santander con el portugués Banif pone la guinda a una serie de operaciones internacionales. Bankinter ya daba su paso en el mercado luso a primeros de septiembre, mientras que el Sabadell abría su expansión internacional en marzo con la adquisición del británico TSB.
Hace tan sólo un mes, el BBVA anunciaba su apuesta por el Reino Unido con la compra de Atom Bank. Caixabank y Popular también han intentado ampliar su expansión geográfica, mientras que en España se reclaman más integraciones.
El primer año de la Unión Bancaria Europea no ha precipitado grandes operaciones transfronterizas, pero los bancos españoles sí han aprovechado el 2015 que concluye para continuar o iniciar, según los casos, su expansión internacional. El Santander se apunta la última operación, con la compra del portugués Banco Internacional de Funchal (Banif, la misma marca que hasta hace poco tenía su filial de banca privada en España).
Ana Botín se había mostrado, en diversas ocasiones, poco interesada en acometer adquisiciones y su apuesta se centraba en el crecimiento orgánico. Sin embargo, la presidenta del Santander ha aprovechado la oportunidad en el mercado luso, en el que el banco español ya figuró como uno de los potenciales interesados por Novo Banco, la parte sana del intervenido Banco Espírito Santo (BES).
El Santander suele aparecer en numerosas quinielas como potencial comprador de algunos bancos en el extranjero y también ha figurado en algunas operaciones que se han producido en España durante los últimos años. Sin embargo, el grupo presidido por Ana Botín no se ha quedado con entidad alguna en el mercado nacional.
Bankinter es un caso muy similar, sin compras durante el proceso de reestructuración, pero en el año de su 50 aniversario ha roto con su política de crecimiento orgánico y ha entrado en Portugal con la compra del negocio minorista de Barclays en el país vecino. El anuncio se producía a primeros de septiembre y será durante 2016 cuando comience la integración plena de dicha adquisición.
Banco Sabadell ya se había fijado en su actual plan estratégico sentar las bases de su expansión internacional. Su presidente, José Oliu, había envidiado, de manera sana, la diversificación geográfica de la que se beneficiaron los dos grandes grupos, Santander y BBVA, durante los años más duros de la crisis. Sus negocios en otros mercados compensaban la mala evolución en el mercado doméstico.
Con esas premisas, el Sabadell daba un salto de gigante, incluso por encima de lo planificado en su plan estratégico, y a mediados de marzo anunciaba la compra del británico TSB. Además, el grupo presidido por José Oliu ha ampliado su actividad en el Reino Unido con algunas compras de carteras posteriormente y no ha descuidado su aventura en Latinoamérica.
De hecho, Banco Sabadell acaba de anunciar que iniciará operaciones de banca de empresas en México a partir del próximo mes de enero, después de haber dado sus primeros pasos en aquel mercado mediante una sociedad financiera de objetivo múltiple (SOFOM). Además, Oliu ha estrechado lazos con las entidades de sus dos accionistas de referencia latinoamericanos, Jaime Gilinski y David Martínez.
Intentos diversos
El BBVA de Francisco González ha incrementado su participación en el turco Garanti, pese a las pérdidas que ha supuesto su toma de control, y hace tan sólo un mes anunciaba su operación británica con la compra de Atom Bank, un banco digital que aún no ha iniciado su actividad y que se pondrá en marcha en los primeros días del próximo mes de enero.
De esta manera, FG ha retomado su interés por el mercado británico, donde el Santander ya cuenta con una presencia significativa desde la compra de Abbey y el Sabadell daba sus primeros pasos. El BBVA ya mantuvo una alianza con First-e que rompió en abril de 2001 con unas pérdidas de 50 millones de euros (unos 8.300 millones de las antiguas pesetas en las que aún se calculaban por aquel entonces).
Caixabank y Popular tampoco han permanecido de brazos cruzados en todas estas operaciones de expansión internacional, aunque sus movimientos no hayan fructificado. El grupo presidido por Isidro Fainé lanzaba una OPA en febrero para hacerse con el control efectivo del portugués BPI, aunque en junio se desdibujó su intento con la oposición de las segunda accionista, la angoleña Isabel Dos Santos.
El Popular, que ya tiene una pequeña presencia en Portugal, también ha examinado algunas oportunidades en el mercado luso, incluso la posible adquisición del Banif que ha acabado en manos del Santander. Sin embargo, el grupo presidido por Ángel Ron llega a las Navidades sin operación alguna en el exterior.
Satisfactorios o frustrados, todos estos movimientos de expansión internacional por parte de los principales bancos españoles (Bankia, por su rescate, queda al margen de cualquier tipo de operación dentro o fuera de las fronteras) se han producido ante las persistentes peticiones por parte del Banco de España de nuevas integraciones en el sistema bancario español.
Tal vez, 2016 sea el año para esa nueva ronda de fusiones entre los bancos españoles. Pero la mayoría de los principales bancos estará más ocupada en los procesos internacionales ya acometidos durante el ejercicio que llega a sus últimos días con la incertidumbre política nacional en su grado más alto.
***
Una panoramica degli "appetiti" spagnoli ...
Los bancos españoles apostaron en 2015 por el negocio exterior ante la caída del doméstico
La diversificación geográfica se impone a la espera de más fusiones en España
José Luis Marco 23 diciembre 2015 / 05:00h
A falta de fusiones...
A punto de concluir el año, el ejercicio de 2015 ha sido aprovechado por los bancos españoles para entrar o crecer en otros mercados exteriores. La operación del Santander con el portugués Banif pone la guinda a una serie de operaciones internacionales. Bankinter ya daba su paso en el mercado luso a primeros de septiembre, mientras que el Sabadell abría su expansión internacional en marzo con la adquisición del británico TSB.
Hace tan sólo un mes, el BBVA anunciaba su apuesta por el Reino Unido con la compra de Atom Bank. Caixabank y Popular también han intentado ampliar su expansión geográfica, mientras que en España se reclaman más integraciones.
El primer año de la Unión Bancaria Europea no ha precipitado grandes operaciones transfronterizas, pero los bancos españoles sí han aprovechado el 2015 que concluye para continuar o iniciar, según los casos, su expansión internacional. El Santander se apunta la última operación, con la compra del portugués Banco Internacional de Funchal (Banif, la misma marca que hasta hace poco tenía su filial de banca privada en España).
Ana Botín se había mostrado, en diversas ocasiones, poco interesada en acometer adquisiciones y su apuesta se centraba en el crecimiento orgánico. Sin embargo, la presidenta del Santander ha aprovechado la oportunidad en el mercado luso, en el que el banco español ya figuró como uno de los potenciales interesados por Novo Banco, la parte sana del intervenido Banco Espírito Santo (BES).
El Santander suele aparecer en numerosas quinielas como potencial comprador de algunos bancos en el extranjero y también ha figurado en algunas operaciones que se han producido en España durante los últimos años. Sin embargo, el grupo presidido por Ana Botín no se ha quedado con entidad alguna en el mercado nacional.
Bankinter es un caso muy similar, sin compras durante el proceso de reestructuración, pero en el año de su 50 aniversario ha roto con su política de crecimiento orgánico y ha entrado en Portugal con la compra del negocio minorista de Barclays en el país vecino. El anuncio se producía a primeros de septiembre y será durante 2016 cuando comience la integración plena de dicha adquisición.
Banco Sabadell ya se había fijado en su actual plan estratégico sentar las bases de su expansión internacional. Su presidente, José Oliu, había envidiado, de manera sana, la diversificación geográfica de la que se beneficiaron los dos grandes grupos, Santander y BBVA, durante los años más duros de la crisis. Sus negocios en otros mercados compensaban la mala evolución en el mercado doméstico.
Con esas premisas, el Sabadell daba un salto de gigante, incluso por encima de lo planificado en su plan estratégico, y a mediados de marzo anunciaba la compra del británico TSB. Además, el grupo presidido por José Oliu ha ampliado su actividad en el Reino Unido con algunas compras de carteras posteriormente y no ha descuidado su aventura en Latinoamérica.
De hecho, Banco Sabadell acaba de anunciar que iniciará operaciones de banca de empresas en México a partir del próximo mes de enero, después de haber dado sus primeros pasos en aquel mercado mediante una sociedad financiera de objetivo múltiple (SOFOM). Además, Oliu ha estrechado lazos con las entidades de sus dos accionistas de referencia latinoamericanos, Jaime Gilinski y David Martínez.
Intentos diversos
El BBVA de Francisco González ha incrementado su participación en el turco Garanti, pese a las pérdidas que ha supuesto su toma de control, y hace tan sólo un mes anunciaba su operación británica con la compra de Atom Bank, un banco digital que aún no ha iniciado su actividad y que se pondrá en marcha en los primeros días del próximo mes de enero.
De esta manera, FG ha retomado su interés por el mercado británico, donde el Santander ya cuenta con una presencia significativa desde la compra de Abbey y el Sabadell daba sus primeros pasos. El BBVA ya mantuvo una alianza con First-e que rompió en abril de 2001 con unas pérdidas de 50 millones de euros (unos 8.300 millones de las antiguas pesetas en las que aún se calculaban por aquel entonces).
Caixabank y Popular tampoco han permanecido de brazos cruzados en todas estas operaciones de expansión internacional, aunque sus movimientos no hayan fructificado. El grupo presidido por Isidro Fainé lanzaba una OPA en febrero para hacerse con el control efectivo del portugués BPI, aunque en junio se desdibujó su intento con la oposición de las segunda accionista, la angoleña Isabel Dos Santos.
El Popular, que ya tiene una pequeña presencia en Portugal, también ha examinado algunas oportunidades en el mercado luso, incluso la posible adquisición del Banif que ha acabado en manos del Santander. Sin embargo, el grupo presidido por Ángel Ron llega a las Navidades sin operación alguna en el exterior.
Satisfactorios o frustrados, todos estos movimientos de expansión internacional por parte de los principales bancos españoles (Bankia, por su rescate, queda al margen de cualquier tipo de operación dentro o fuera de las fronteras) se han producido ante las persistentes peticiones por parte del Banco de España de nuevas integraciones en el sistema bancario español.
Tal vez, 2016 sea el año para esa nueva ronda de fusiones entre los bancos españoles. Pero la mayoría de los principales bancos estará más ocupada en los procesos internacionales ya acometidos durante el ejercicio que llega a sus últimos días con la incertidumbre política nacional en su grado más alto.
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Una panoramica degli "appetiti" spagnoli ...