La huelga por ocho días que comenzaron el pasado miércoles los trabajadores de casas de cambio ubicadas en las localidades de Cúcuta y La Parada, en el departamento Norte de Santander, en Colombia, dejaron sin opciones a los venezolanos que se trasladan al vecino país en búsqueda de alimentos y medicinas. Los comercios y farmacias no reciben la moneda venezolana, por lo que las personas deben cambiar los bolívares a pesos en las casas de cambio antes de hacer cualquier de compra.
El paro de actividades que involucra a cerca de 300 operadores cambiarios se debe a los controles que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales intenta aplicarle a las operaciones de compra y venta de divisas.
Carlos Chacón, concejal del municipio fronterizo Bolívar, en San Antonio, señaló que ciudadanos que viajaron a Cúcuta procedentes no solo de Táchira sino también de Caracas, Valencia, Maracay y Barquisimeto debieron regresar con las manos vacías porque no pudieron comprar productos.
“La gente que fue a comprar no tenía dónde hacer esas compras porque los bolívares no los están aceptando ni hay certeza de cuál es la cotización”, dijo Chacón.