Explota el caso Andrade y se confirman los números de la corrupción y la deuda externa
Por
Juan Carlos Zapata
miércoles 21 de noviembre de 2018, 15:01h
Por Juan Carlos Zapata @periodistajcz.- La deuda externa sigue creciendo. La deuda externa del sector público. Es una masa. Un volumen con peso. Que se une a las penurias que heredan los venezolanos de ahora y del futuro. Una deuda que multiplicó el chavismo. Pese a los recursos con los que contó: Ingresos petroleros. Ingresos fiscales. Venta de activos. La deuda, según el más reciente informe de Torino Economics, aumentó en 653 millones de dólares entre 2017 y 2018. Con este incremento, que parece poco, pues puede contabilizarse en los márgenes de una fortuna boliburguesa,
la deuda suma, según Torino, 138.600 millones de dólares. Pero esta cifra no lo es todo.
Y es que la deuda externa consolidada
subió en 1.900 millones de dólares, lo cual la ubica
en 155.900 millones de dólares. O lo que es lo mismo: tal vez en estos momentos esté ya montada en 156.000 millones de dólares.
Se recordará que la deuda externa cuando ascendió Hugo Chávez al poder apenas pasaba de los 33.000 millones de dólares. Se recordará que Nicolás Maduro se ha quejado de que en tres años, en solo servicio, ha pagado más de 70.000 millones de dólares. Se recordará, además, que los exministros de Chávez, Jorge Giordani y Héctor Navarro, calcularon que de los ingresos que manejó el país,
300.000 millones de dólares habían sido malversados. Lo cual indica que, según los cálculos de aquellos que estuvieron en el poder del chavismo y también manejaron recursos, la corrupción, ese monto de la corrupción, duplica la deuda que hoy calcula Torino.
Por estos días se está pendiente del caso de
Alejandro Andrade. Del juicio que se libra en Florida. Saldrán números que sorprenderán. Al menos ya hay uno en fila. El que tiene que ver con el boliburgués
Raúl Gorrín, dueño de Globovisión, Banco Plaza y Seguros La Vitalicia, de haber pagado 150 millones de dólares en sobornos.
Pero ese monto de los 300.000 millones de dólares solo se refiere a un periodo que comprende de 2006 a 20015. Una década de chavismo. ¿Y en la otra década? ¿Cuál puede la cifra de lo malversado en la otra década? Por ello es que las cifras que se destapan en los casos de corrupción, tanto en los Estados Unidos como en Europa e inclusive en Venezuela, son siderales, increíbles. Nada más en el caso de Roberto Rincón, se habla de pagos de sobornos en PDVSA por al menos 1.000 millones de dólares. O que las operaciones del grupo del expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez, según la averiguación adelantada por la Asamblea Nacional, ascienden a más de 10.000 millones de dólares. Solo al primo de Ramírez, Diego Salazar, detenido en Caracas, el fiscal de Nicolás Maduro,
Tarek William Saab, lo acusó de manejar una organización criminal que desvió de empresas del Estado, incluyendo PDVSA, más de 4.200 millones de dólares.
Por estos días se está pendiente de los acontecimientos en torno al boliburgués
Alejandro Andrade. Del juicio que se libra en Florida. Saldrán números que sorprenderán. Al menos ya van dos en fila. Que Andrade se declara culpable por un caso que abarca 1.000 millones de dólares. Y otro que tiene que ver con el boliburgués
Raúl Gorrín, dueño de Globovisión, Banco Plaza y Seguros La Vitalicia, de haber pagado 150 millones de dólares en sobornos. Pagos en efectivo y también en especies como caballos, relojes, casas. ¿Pero a cuánto ascenderá todo lo que acumuló Andrade como tesorero de la Nación? Esa es la pregunta. Y el poder chavista se encuentra a la expectativa por lo que implica toda esta trama que llega hasta los epicentros de mando. Del más alto mando. ¿Qué ha dicho y qué seguirá diciendo Andrade? Ya no podrá callar ni mentirle al tribunal. “En el documento legal, el demandado acuerda que cooperará plenamente con el Gobierno mediante: proporcionar información y testimonios veraces y completos, y producir documentos, registros y otra evidencia, cuando sea solicitada por el gobierno, ya sea en entrevistas, ante un gran jurado, o en cualquier juicio u otro procedimiento de la Corte. Además, el demandado acuerda que no protegerá a ninguna persona o entidad a través de información falsa u omisión, que no lo hará implicar falsamente a cualquier persona o entidad, y que él no cometerá ningún otro delito”, reseñó el diario
Lapatilla.
Las cifras son tan descomunales que para los 1.000 millones de dólares, el periodista Víctor Salmerón sacó esta cuenta que colgó en su Twitter: "Proyecciones de firmas como Ecoanalítica indican que este año las importaciones sumarán $12.300 millones. Es decir, Andrade se declaró culpable por un caso de corrupción que equivale a 8% de las importaciones de 2018".
Para seguir con el monstruo de la deuda
La deuda crece, señala Torno Economics, en “un contexto en el que el país ha perdido casi todo el acceso a los mercados financieros internacionales y ha priorizado el pago de los compromisos colateralizados (como el bono PDVSA 8,5% 2020), así como de algunas deudas bilaterales y créditos comerciales, por ejemplo, con China y Rosneft”.
Torino Economics también estima que la deuda en forma de bonos y notas promisorias alcanza los 53.100 millones de dólares”. Según Torino, “24.600 millardos adicionales están en manos del gobierno y agentes locales privados. La mayor parte de la deuda en bonos y notas promisorias ha sido emitida por PDVSA ( 28.400 millones); la República, entre tanto, ha emitido 24.300 millones”.
La firma ha hecho un desglose de la deuda. Veamos, siempre en dólares:
1-De las obligaciones de PDVSA, 3.100 millones son notas promisorias emitidas bajo la Ley de Nueva York para pagar a los contratistas.
2-Otros 25.400 millones están en la forma de bonos en manos de entidades no residentes. Ambos compromisos están en default desde 2017, con excepción del bono PDVSA 8,5% 2020, que tiene las acciones de Citgo como colateral.
3-En total, Torino Economics calcula que, para finales de 2018, el monto de los bonos y notas promisorias, incluyendo la deuda en manos de residentes e intereses vencidos, alcanzará los 70.500 millones, lo cual representa 67,2% del PIB.
4- “El aumento de la deuda entre 2017 y 2018 tiene que ver con el hecho de que el país ha dejado de pagar 5.900 millones en intereses de estos préstamos. Ahora contamos estos intereses vencidos como parte del stock de deuda del país”. Eso dice el informe de Torino.
En cuanto a los préstamos multilaterales
Toda corrupción es perniciosa. Y la de Hugo Chávez...
1- Torino Economics calcula que la deuda del gobierno central asciende a 5.500 millones.
2- Los créditos bilaterales alcanzan los 18.100 millones.
3- Del monto anterior, 13.500 millones corresponden a compromisos con China.
4- Por último, los préstamos comerciales totalizan 22.900 millones
5- Y de la anterior cantidad, 1.400 millones fueron emitidos por el gobierno central mientras que los 21.500 millones restantes corresponden a otras entidades.
6- PDVSA es por mucho el deudor más grande, acumulando 14.300 millones.
7- Además, Venezuela debe 38.900 millones de dólares en otros compromisos distintos de los préstamos, bonos y notas promisorias.
8- Torino calcula que 12.3000 millones corresponden al pago de compensaciones por laudos arbitrales del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI). El resto está compuesto de créditos, cuentas por pagar y otros compromisos. “Para finales de 2018, esperamos que la República haya honrado sus obligaciones con aquellas compañías que representan un riesgo de corto plazo, como
ConocoPhillips, Rusoro y Gold Reserve”.
9- El economista jefe de Torino Economics, Francisco Rodríguez, señala que el gobierno está haciendo un esfuerzo por pagar aquellos compromisos cuyo impago implicaría la pérdida de activos o dificultades en las operaciones de la compañía petrolera estatal; entre ellos, la deuda contraída con China, Rosneft y los acuerdos por laudos arbitrales, como el de
ConocoPhillips. Para hacerlo, explica, está dispuesto a mantener niveles de importaciones relativamente bajos. No obstante, añade, la acumulación de intereses por pagar produce un aumento en el saldo total de la deuda. Esta es una de las razones por las que Rodríguez señala que el gobierno debería intentar una reestructuración ordenada de sus compromisos.