Titoli di Stato paesi-emergenti VENEZUELA e Petroleos de Venezuela - Cap. 2 (5 lettori)

tommy271

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Cantv aumentó casi 400% tarifas de Internet

Esta semana Movilnet también informó sobre los incrementos de las tarifas de sus planes y servicios para telefonía móvil

Por EL NACIONAL WEB
04 DE NOVIEMBRE DE 2017 03:29 PM | ACTUALIZADO EL 04 DE NOVIEMBRE DE 2017 15:58 PM




El servicio de telefonía de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) aumentó sus tarifas de Internet para los usuarios. La medida entró en vigencia desde el pasado 1° de noviembre.

El incremento correspondería a 382, 62% y representaría 372,62% de aumento en relación con el del 2016 (de 10%).

Entre los planes más elevados de Cantv se encuentra el de 10 Mbps, que costaba 7761,66 anteriormente y ahora tendrá un valor de 15702,4.

Esta semana la empresa de telecomunicaciones Movilnet también informó sobre los incrementos de las tarifas de sus planes y servicios de clientes prepago y pospago.

Los planes de mayor costo de la telefonía pasaron a costar 12.142,8516 bolívares más el IVA y el más económico de 6.110,71429 bolívares.



preciosabacantv.jpg
 

tommy271

Forumer storico
Precio del pollo subió 30% en apenas una semana
Por
Alejandro Armas
-
noviembre 4, 2017




Los precios del pollo hacen que adquirir el producto siga siendo cuesta arriba para la mayoría de los venezolanos. En supermercados de Caracas el kilo de muslo se consigue en Bs 49.571.

Los mercados municipales y las ferias lo ofrecen entre Bs 33.900 y 34.000, y en 22.000 si se trata de un pollo entero. El panorama puede ser peor “por los caminos verdes”. Algunos comerciantes informales (“bachaqueros”) venden el kilo de muslo a 52.000. Otros vendedores callejeros (buhoneros) lo tienen entre 35.000 y 54.000.

Finalmente, algunos comercios que no trabajan con precios regulados despachan el pollo a Bs 35.000.

Un pollo entero cuesta 12,2% del recién aumentado salario mínimo, y un kilo de muslo, por lo más bajito, 18,9%.


Pollo no vuela, pero los precios sí


El precio promedio del kilo de muslo de pollo observado esta semana fue de Bs 42.053. Sin embargo, la semana pasada fue de Bs 32.185,50. En apenas siete días hubo un aumento de 30,66%.

La diferencia de precios es aún más dramática si se sigue retrocediendo en el calendario. En la primera semana de octubre, las etiquetas del producto mostraban un monto promedio de 25.486,66. Una diferencia de 65% con respecto a hoy.

En mayo, hace exactamente un semestre, el precio promedio era de Bs 8.274. En este caso, hubo un repunte de 408,25%.
 

Ventodivino

מגן ולא יראה
Evidentemente a scadenza mensile (l'avevo riportata l'8 settembre, e , per il mio amico Fabri, l'8 ottobre) riporto questa Reuters che mi aveva profondamente colpito :

Venezuela's Maduro seeks debt negotiations after U.S. sanctions
Riguardava l'annuncio tardoestivo di Maduto di voler convocare a Caracas i bondholders per parlare con loro di certe cosettine (Sandrino aveva alzato le antenne) che ancora non voleva rilevare.

In particolare sottolineai come fosse interessante uno stralcio di questo articolo (Reuters, non "El estimulo")

E cioè :
Maduro said Vice President Tareck El Aissami, already under U.S. financial sanctions over drug trafficking allegations, and Finance Minister Ramon Lobo would coordinate talks and some “bilateral conversations” with bondholders had already begun.

Mi colpìrono due cose :
1) il personaggio interessato (Aissami, criminologo e forse criminale, ma non certo un esperto in questo campo). Dimostra che tutto era già pronto e ideato a fine Agosto;
2) il fatto che con qualche bondholders certe"chiaccheratine" fossero già iniziate (alla faccia della par condicio).
 
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dulcamara

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Forse già postato....

Torino: Venezuela tiene pocas probabilidades de éxito para reestructurar su deuda

Torino: Venezuela tiene pocas probabilidades de éxito para reestructurar su deuda

Para Torino Capital una reestructuración voluntaria de la deuda externa venezolana, se hace muy difícil dentro del contexto de las sanciones financieras impuestas por el gobierno estadounidense. Recomienda a los inversionistas estar alerta ante cualquier posible señal de que el gobierno de Maduro considere suspender los pagos.

Las sanciones de Estados Unidos, las pocas alternativas para llevar a cabo el proceso sin violar las normas estadounidenses y la baja probabilidad de que los acreedores acepten las nuevas condiciones, son los principales escollos del gobierno de Nicolás Maduro para reestructurar la deuda externa.

Francisco Rodríguez, economista jefe de Torino Capital en un reporte especial, recordó que las sanciones de Estados Unidos ejecutadas el pasado 24 de agosto prohíbe a los estadounidenses, participar en cualquier transacción que provea financiamiento al gobierno venezolano o a Pdvsa, con la excepción de deuda de corto plazo, compromisos emitidos por Citgo o pasivos adquiridos para importaciones de carácter humanitario.

“Esto hace que para los inversionistas institucionales domiciliados en Estados Unidos sea ilegal aceptar nuevos instrumentos venezolanos, como los que se tendrían que emitir en el caso de una reestructuración”, señala Rodríguez.

Explicó que existen formas en las que Venezuela podría refinanciar su deuda sin violar las normas estadounidenses. Por ejemplo, podría usar las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) de sus bonos soberanos para cambiar los términos de la obligación, ya que esta modificación no genera un compromiso nuevo, sino que altera los términos de los ya existentes.

También podría emitir nuevos pasivos si los recursos obtenidos se destinan a importaciones de alimentos y medicinas, así como tratar de emitir un bono dirigido exclusivamente a inversionistas fuera de los EEUU. “Creemos que, en la práctica, ninguna de estas alternativas será relevante”.

Acota Rodríguez que es poco probable que los inversionistas no estadounidenses estén dispuestos a renunciar a sus pagos para permitirle al gobierno de Maduro cubrir sus compromisos con los tenedores de EEUU, mucho menos si lo que reciben es un bono nuevo que no pueda ser transado en el mercado norteamericano.

“Por lo tanto, no hay claridad sobre si el gobierno venezolano podrá ejecutar una reestructuración exitosa de sus bonos. La pregunta clave es si las autoridades están dispuestas a seguir honrando sus pagos en caso de que no se alcance un acuerdo con los tenedores”, plantea.

Rodríguez, quien es uno de los pocos analistas de la banca de inversión internacional que ha tenido conversaciones permanentes con las autoridades monetarias, financieras y petroleras del país, advierte estar atento de lo que ocurra con los intereses de varios bonos que ya tienen retraso en sus pagos.

“Por los próximos días, recomendamos estar alerta ante cualquier posible señal de que el gobierno considera suspender los pagos, por ejemplo, dejando que los periodos de gracia de los cupones pendientes expiren”.


El próximo 9 de noviembre vence el plazo de 30 días para el pago de los intereses del primero de los papeles de deuda externa del país: Elecar. En caso de no cumplirse con este compromiso, Venezuela entrará automáticamente en default o impago.
 

dulcamara

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Anche questo forse già postato

Preguntas y respuestas sobre el plan de Maduro en renegociar la deuda


Preguntas y respuestas sobre el plan de Maduro en renegociar la deuda

Los retos que enfrenta el gobierno de Nicolás Maduro para reestructurar una deuda mil millonaria son enormes, afirman los analistas. Conozca más de este anuncio formulado esta semana por el jefe de Estado a modo de guía.

¿Qué se quiere renegociar?



La deuda venezolana asciende a unos 150.000 millones de dólares, pero el presidente Nicolás Maduro no detalló los tramos que busca “refinanciar y reestructurar”.

El experto en deuda Alejandro Grisanti dijo a la AFP que “se refirió” a los bonos soberanos y de la petrolera PDVSA, que según su consultora, Ecoanalítica, suman unos 62.000 millones de dólares.

Venezuela, país con las mayores reservas petroleras, también tiene como acreedores a Rusia (8.000 millones) y China (28.000 millones), que este viernes dijo confiar en que Venezuela resolverá sus problemas de deuda.

¿Quiénes son los tenedores de esos bonos?



Maduro sostiene que 74% son estadounidenses y canadienses.

Una fuente del banco JP Morgan -agente pagador de la deuda- señaló a la AFP que 30% son venezolanos. El resto se concentra en Estados Unidos, Canadá y Europa, según Ecoanalítica.

Fuentes del mercado aseguran que algunos de esos venezolanos son cercanos al gobierno y presionan para que no haya default.

Al anunciar la posible renegociación, Maduro ordenó el pago de 1.169 millones de dólares del bono PDVSA 2017, según economistas con acreedores locales.

“Venezuela va a seguir siendo un pagador confiable”, garantizó Maduro, quien sostiene que el país pagó 71.700 millones de dólares desde 2014 en servicio de deuda.

¿Qué implica una renegociación?



Aunque Maduro no habló de suspensión de pagos, Grisanti afirma que su anuncio es interpretado por el mercado como “el primer paso para un default”.

“Una reestructuración es una especie de default aunque no se catalogue así”, comentó a la AFP Henkel García, director de la firma Econométrica.

La pretendida renegociación generó que los bonos venezolanos bajaran hasta 20 puntos, aunque luego se recuperaron un poco, recordó Grisanti.

Con un nivel de reservas de 10.000 millones y una economía devastada, Venezuela debe pagar en lo que resta del año unos 1.800 millones de dólares, y unos 8.000 millones en 2018.

Si cae en default, el país enfrentará litigios, pues muchos bonos carecen de cláusula de acción colectiva (donde se impone el acuerdo con la mayoría), por lo que una minoría que se sienta lesionada puede demandar, advierte Asdrúbal Oliveros, de Ecoanalítica.

“Pueden buscar el embargo de los activos de PDVSA en el exterior”, como CITGO, filial de la petrolera en Estados Unidos, o de cuentas por cobrar, señala Grisanti.


Los próximos pagos, previstos para la semana entrante, serán clave para saber si un default es inminente.


¿Es viable una renegociación?



El gobierno es ambiguo en cuanto a lo que busca, pues habla de “refinanciación y reestructuración”.

Un refinanciamiento es una oferta de canje de bonos y los inversionistas deciden, mientras que una reestructuración elimina el carácter voluntario y se obliga a los acreedores a aceptar nuevos papeles, explicó Grisanti.

De cualquier modo, “ambas cosas son imposibles puesto que por las sanciones de Estados Unidos el gobierno no está en capacidad de emitir nuevos bonos”, añadió.

Ligado a ello, Maduro delegó como negociadores al vicepresidente Tareck El Aissami y al ministro de Economía y Finanzas, Simón Zerpa, a quienes Estados Unidos impuso sanciones que prohíben a sus ciudadanos tratar con ellos.

“El gobierno también tendría que mostrar un plan de recuperación” que ofrezca garantías, apuntó Orlando Ochoa, doctor en economía de la universidad de Oxford.

La situación de la economía es calamitosa, tras cuatro años de contracción (36%), a las puertas de la hiperinflación (proyectada por el FMI en 2.349,3% para 2018) y una producción petrolera que cayó 23% desde 2008 hasta los actuales 1,9 millones de barriles diarios.

Con ese panorama, “los inversores preguntarán “‘¿cómo me vas a pagar?’”, dijo Ochoa a la AFP.

Otro obstáculo es lo legal. La renegociación debería ser aprobada por el Parlamento de mayoría opositora. Pero el gobierno lo desconoce y daría esa facultad a la Asamblea Constituyente, a su vez no reconocida por buena parte de la comunidad internacional.
 

sandrino

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Buona domenica a tutti

Grazie per i contributi, la cosa davvero più stimolante è che la bistrattata Elecar, cui tutti (io tra i primi) davamo per spacciata, sembra sia il test finale della vicenda.
Se non paga questa scatta il default su tutto, almeno secondo certi report.

EDIT : Finale nel senso di " come avverrà la ristrutturazione "

Si chiude il capitolo del pesce fresco, ora capiremo se si aprirà quella del pesce azzurro, dei bastoncini Findus o dei cetrioli piccanti.
 

dulcamara

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Qué significa que Venezuela decida ahora "reestructurar y refinanciar" su deuda externa

Qué significa que Venezuela decida ahora "reestructurar y refinanciar" su deuda externa
Daniel García Marco (@danigmarco) BBC Mundo, Caracas
  • 3 noviembre 2017
Derechos de autor de la imagen Reuters
Image caption El vicepresidente Tareck el Aissami (izquierda) será el encargado de negociar la reestructuración de deuda.
La sanciones financieras que el gobierno de Donald Trump impuso a Venezuela en agosto tuvieron su primer efecto visible este jueves.

El anuncio de reestructuración de deuda del presidente Nicolás Maduro, que no dio detalles y presenta aún múltiples incógnitas, confirmó los temores que muchos analistas venían presagiando: las dificultades de Venezuela para cumplir sus compromisos de deuda.

Y son muchos. Venezuela ha duplicado su deuda en bonos en los últimos diez años, tanto a través del Estado como de la petrolera estatal PDVSA. La deuda de Venezuela supera los US$130.000 millones, según la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe).

De acuerdo a esas cifras es el segundo país de América Latina con más deuda, solo por detrás de México, que tiene una economía más grande.

Derechos de autor de la imagen Reuters
Image caption La inflación es el principal problema económico que enfrenta Venezuela además de la posibilidad de impago.
La capacidad de pago del país está vinculada a la de generación de divisas procedente de las ventas del petróleo, casi única fuente de ingresos.

Y la caída de los precios del crudo ha dificultado unos pagos que sin embargo hasta ahora el gobierno cumplió siempre.

Un país exportador como Venezuela enfrentaría problemas aún más graves que otras naciones en caso de que se confirme una cesación de pagos o "default".

Las importaciones, sacrificadas
La caída de ingresos y el pago de deuda provocaron que las grandes perjudicadas fueran las importaciones en un país que casi sólo produce petróleo y trae del extranjero lo demás.

En enero, el presidente Maduro admitió en 2016 una caída de importaciones del más de 50% respecto a 2015.

Esa es una de los elementos clave de la grave crisis económica que sufre Venezuela, con elevada inflación y escasez de alimentos y medicinas.

Derechos de autor de la imagen AFP
Image caption Nicolás Maduro volvió a acusar al opositor Julio Borges, presidente del Parlamento, por promover las sanciones.
La caída de ingresos obliga a buscar financiamiento externo, cada vez más complicado de devolver, lo que ha metido a la economía venezolana en un peligroso círculo vicioso.

De consumarse esta reestructuración, el gobierno tendría un respiro y podría dedicar más fondos a la compra de productos básicos.

El gobierno socialista argumenta que es víctima de una "guerra económica" y de un "bloqueo" por parte de Estados Unidos, y acusa de complicidad a la oposición venezolana.

Maduro denunció este jueves que la firma financiera Euroclear bloqueó el pago de US$1.200 millones en los bonos que vencían este jueves y que se empezarán a depositar a partir del viernes, anunció.

Omitir publicación de Twitter número de @DPresidencia

Final de la publicación de Twitter número de @DPresidencia

El gobierno critica que pese a sus pagos puntuales, su prima de riesgo, que mide la posibilidad de impago, sea elevada. El indicador responde a percepciones en las que tiene que ver la grave crisis económica que atraviesa el país con la mayor inflación del mundo.

El riesgo concede a los bonos una alta rentabilidad, lo que los hace apetecibles para los acreedores y eso a la vez mina las arcas del Estado venezolano.

"Somos el país per cápita que más ha pagado deuda externa", dijo recientemente Maduro al cifrar en US$65.000 millones los pagos en los dos últimos años.

"Hemos cumplido hasta con el último centavo de dólar", agregó.

Las sanciones de Washington
En este contexto, la administración del presidente estadounidense Donald Trump golpeó aún más las finanzas del Estado al prohibir en agosto "transacciones con títulos de deuda y acciones emitidos por el gobierno venezolano y su compañía petrolera estatal " (PDVSA).

Fueron las primeras sanciones más allá de las individuales contra un gobierno al que Washington insta a recuperar la senda democrática.

Maduro afirmó este jueves que las sanciones le impidieron emitir un bono que tenía listo hace dos meses y que le habría supuesto entre US$3.000 y US$5.000 millones.

El presidente prometió el pago este viernes de los más de US$1.200 millones que vencían este jueves. Hasta la segunda mitad de 2018 no tiene más obligaciones, aunque aún restará el pago de US$800 millones en intereses, para los que hay un periodo de gracia de 30 días, según la agencia Reuters.

¿Reestructurar o refinanciar?
Habrá que esperar aún a los detalles del anuncio.

En sus propias palabras, el presidente dijo estar decretando "un refinanciamiento y una reestructuración de la deuda externa y de todos los pagos de Venezuela".

"Nicolás Maduro realizó un anuncio muy confuso, del cual no se deben ni pueden desprender grandes conclusiones", dijo a BBC Mundo el economista venezolano Alejandro Grisanti, experto en deuda.


Grisanti hace la diferencia entre dos conceptos reestructurar y refinanciar.

"Un refinanciamiento es una oferta de canje de bonos que se le ofrece a los inversionistas, y que ellos aceptan o rechazan voluntariamente", explicó.

"En una reestructuración se elimina el carácter voluntario y se le obliga a los inversionistas a aceptar los nuevos bonos. En cualquiera de los casos, el anuncio de Maduro fue más aspiracional dado que las sanciones prohíben la emisión de nuevos bonos", dijo en relación a las medidas financieras de Estados Unidos.

Grisanti cree que el bono que expiraba este jueves podría ser quizás el último que el gobierno de Venezuela está dispuesto a pagar.

Lo que sí está claro, afirma el experto, es "que la voluntad de pago del gobierno ha disminuido sustancialmente y que muy posiblemente han sacado cuentas y ven la dificultad que tienen para honrar sus compromisos en 2018".

El año próximo deberá pagar unos US$9.000 millones, según Reuters.

La reestructuración plantea ya de inicio un inconveniente formal.

El encargado de ella será el vicepresidente, Tareck el Aissami, sancionado por Estados Unidos, país sede de la gran mayoría de acreedores.

Por lo tanto, los tenedores de bonos no podrán negociar con El Aissami ni con el ministro de Economía y Finanzas, Simón Zerpa, igualmente en la "lista negra" de Washington, que con sus medidas obliga al gobierno de Maduro a cambiar de estrategia.
 

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