Rebaja de calificación de Brasil plantea nuevos problemas para Petrobras, otras firmas
         jueves 10 de septiembre de 2015 07:23 GYT
 
 	    	  	
 	 	    		 		  		  	 		      	 		
	  
 	                 Por Guillermo Parra-Bernal
  	                SAO PAULO (Reuters) - La  rebaja de Standard and Poor's a la calificación crediticia soberana de  Brasil a nivel especulativo profundizará el dolor de algunas grandes  empresas prestatarias, que ya estaban lidiando con unos acreedores  cautelosos y la recesión económica más pronunciada en un cuarto de  siglo.
  	                Los inversores que tienen prohibido poseer bonos basura podrían  deshacerse de unos 20.000 millones de dólares en deuda brasileña si una  segunda agencia de calificación sigue los pasos de S&P y retira el  grado de inversión a Brasil, dijo el estratega de JPMorgan Securities  Pedro Martins.
  	                Para los prestatarios a gran escala como la petrolera estatal  Petrobras, incluso el impacto a corto plazo de la decisión de S&P  podría ser significativo.
  	                Petrobras acumula una deuda de unos 140.000 millones de dólares  - la mayor de cualquier petrolera global- y sus costos de endeudamiento  subirá mientras que los términos de refinanciación también se volverán  más difíciles, dijeron inversores.
  	                "Esto bien puede representar el fin de una era en la que tanto  el Gobierno como las empresas pedían prestado dinero barato a un ritmo  exuberante", dijo Alexandre Pavan Póvoa, que supervisa 400 millones de  reales (105 millones de dólares) en activos para Canepa Asset Management  en Río de Janeiro.
  	                Brasil ganó la calificación de grado de inversión en el 2008,  consolidando su surgimiento como una potencia económica que se benefició  del auge de las materias primas y la fuerte demanda desde China.
  	                Durante ese período, Petrobras, la gigante minera Vale SA, los  bancos y las empresas industriales pagaron costos de endeudamiento de  alrededor de dos puntos porcentuales por encima de los rendimientos  comparables del Tesoro estadounidense.
  	                Esos días se han ido. Para Petrobras, el diferencial es ahora  más de seis puntos porcentuales, mientras que Vale está por encima de  tres puntos porcentuales.
  	                Este año, las ofertas globales de bonos realizadas por empresas  brasileñas ya han caído más del 80 por ciento a alrededor de 5.700  millones de dólares, según datos de Credit Suisse Group AG.
  	                Esta cifra ahora podría declinar aún más en momentos en que los  fondos evitan a los emisores brasileños con menor capacidad crediticia y  las empresas mantienen cierta distancia de los mercados de deuda antes  de un alza esperada en las tasas de interés en Estados Unidos.
  	                Además de reducir la calificación de Brasil a BB+, S&P  estableció una perspectiva negativa sobre la nueva nota, lo que  significa que podrían haber rebajas adicionales en el corto plazo.
  	                Hasta la semana pasada, 37 firmas brasileñas estaban al borde  de una rebaja de Moody's, S&P o Fitch Ratings, según datos de  Thomson Reuters. Eso hace que Brasil sea el país con el mayor número de  "ángeles caídos", o empresas a punto de caer en grado especulativo,  entre otras naciones de mercados emergentes este año.
  	                La decisión de S&P probablemente pondrá obstáculos  adicionales a los esfuerzos de refinanciación del operador de centros  comerciales General Shopping Brasil SA, que esta semana suspendió un  cupón de pago de 150 millones de dólares de bonos subordinados  perpetuos, y para el prestamista Banco BMG SA, que anunció sus  intenciones de recompra de algunos de sus bonos más costosos.
  	                "El estado de ánimo ya era malo. Esta rebaja empeorará las  cosas ", dijo a Reuters un banquero de inversión especializado en la  suscripción de deuda bajo condición de anonimato debido a impedimentos  para hablar en público sobre las transacciones en el mercado.
  	                (1 dólar = 2,0280 reales brasileños)
  	                  	                 (Reporte de Guillermo Parra-Bernal. Editado en español por Carlos Aliaga)