El mundo:
Es muy probable que en el primer semestre del 2018 nos encontremos en un punto muerto en relación al desenlace de este evento de impago tan sui generis que han sufridos los papeles de la república y PDVSA denominados en dólares.
Como es natural, aquellos inversionistas institucionales que por sus estatutos internos no puedan conservar papeles en situaciones irregulares, así como algunas personas naturales que no se sientan cómodas manejando estos niveles de incertidumbre liquiden su posición. Serán sustituidos por quienes tenga información privilegiada sobre la evolución de las negociaciones o estén dispuestos a tomar altos niveles de riesgo.
Con el paso de las semanas, los bufetes de abogados internacionales incrementarán sus esfuerzos para conseguir la representación de tenedores de deuda, y en ese momento se pondrá en blanco y negro el costo de defender las acreencias.
Las principales fuentes de incertidumbre reflejadas en el desconocimiento del impacto último de las sanciones de EEUU., mezcladas con la incógnita de cuan dispuesta está la república a aceptar un plan de reajuste económico, harán que los títulos se vuelvan mucho más ilíquidos. Si los acreedores no se muestran más agresivos, y esto les cuesta dinero adicional, los deudores seguirán pagando cupones a cuenta gotas. Pueden pasar muchos meses en este limbo de “default ma non troppo”, pero eventualmente los acreedores tienen que mostrar de qué están hechos.
Como todos los años nos despedimos dándoles las gracias por haber sido tan fieles lectores en los últimos siete años. Les queremos regalar dos cosas útiles para el 2018: sangre fría y paciencia. Se les quiere.