Titoli di Stato paesi-emergenti VENEZUELA e Petroleos de Venezuela - Cap. 2 (19 lettori)

Ventodivino

מגן ולא יראה
Michael Rowan: The Opening and Closing of Venezuela's PDVSA
As Venezuela's oil production falls to lows not seen since 1949,

Questa non mi sembra una cattiva notizia.
Ci sono tantissimi (anche i commercials sono notevoli per i patiti) video sul Tubo esplicativi di come si veniva bene in quegli anni.
The land of opportunities.
 

tommy271

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VPIturriza‏ @VPIturriza

Francisco Rodríguez cumplirá su sueño de ser ministro de finanzas, pero con Maduro. Es parte del pacto de Zapatero para legitimar a la dictadura después del fraude. Hay que dejar solos a Maduro y a Falcón, pues pactaron en contra de los venezolanos. #FalcónVicepresidenteDeMaduro



Francisco Rodríguez ha ritwittato VPIturriza

El que crea que yo podría trabajar con un loco e irresponsable como @NicolasMaduro debe estar bajo una fuerte dosis de sustancias psicotrópicas.
 

tommy271

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tommy271

Forumer storico
Maduro: Necesitamos un mercado de divisas sano

AVN




El presidente Nicolás Maduro, se reunió con representantes de diferentes empresas del estado Miranda, donde llamó a la construcción de “un mercado de divisas sano, real y objetivo para vencer al marcador ilegal y especulativo que busca socavar y atacar la economía venezolana”.

Durante la firma del decreto que declara a Guarenas como una Zona Prioritaria de Desarrollo Económico Integral, el Presidente se dirigió a los empresarios y recalcó: “Tenemos que sanear el mercado y fortalecer el Dicom para que ustedes produzcan a todo nivel”.

El proyecto es desarrollar una Venezuela diversificada en base a sus potencialidades reales, romper con la dependencia del petróleo y generar nuevas fuentes de riquezas”.
 

tommy271

Forumer storico
Rafael Ramírez: Decreto 3.368 abre las puertas a la entrega de petróleo y liquidación de Pdvsa

Por
Descifrado
-
mayo 6, 2018







Caracas.- Este Decreto Presidencial, publicado el 12 de abril de 2018, abre las puertas a lo que ya hemos venido denunciando, como la entrega del petróleo y la liquidación de Petróleos de Venezuela, PDVSA.

Como ha venido sucediendo en este gobierno, se intenta deliberadamente, que ésto pase bajo la mesa, que no se sepa, que no se entienda lo que está sucediendo realmente, reseñó Panorama

Entre escándalo y escándalo, en medio del caos, y bajo todo tipo de justificaciones, se siguen dando pasos inequívocos, hacia la entrega de nuestros recursos naturales, estratégicos para el país y, en este caso, reservados al Estado por los artículos 302 y 303 de la Constitución por “razones de conveniencia nacional… carácter estratégico y …soberanía”, como lo es, la industria petrolera.

No me deja de sorprender que temas tan importantes para el futuro del país, sean sepultados por la avalancha de problemas y la disfuncionalidad generalizada, no sólo del Estado y sus instituciones, sino también de la opinión pública, del estamento político y fuerzas populares.

Es una situación parecida al periodo de gobierno de Jaime Lusinchi, cuando la estrategia comunicacional, distraía sobre lo que sucedía con su entorno íntimo, la corrupción y el manejo escandaloso de la deuda; o el gobierno de transición de Ramón J. Velázquez, en el que, no sólo se indultaron narcotraficantes, sino que se firmaron la mayoría de los contratos de la nefasta “apertura petrolera”.

Así, mientras colapsaba la IV República y la élite política se regodeaba en sus propias disputas internas, en un forcejeo que era parte del espectáculo, el sector petrolero transnacional avanzó de manera eficaz, implacable, de la mano de Luis Giüsti y su combo de PDVSA, en el control de nuestro principal recurso estratégico: el petróleo.

Es notable, como me comentaba un estudioso de la materia, que no fueran derogadas ni la Constitución, ni las Leyes, sencillamente, las “interpretaron” a su manera, y de allí en adelante se impusieron los contratos, todos ellos lesivos al interés nacional e instrumento del despojo al pueblo venezolano.

Ésto sobrevino en medio de una profunda crisis económica, desestabilización política y un Estado disfuncional, entregado a la corrupta cúpula “meritocrática” de PDVSA.

Pocos del medio político prestaban atención a lo que sucedía, sin embargo, algo se movía en el seno del pueblo y el sector militar: una creciente inconformidad, molestia, inquietud que, primero se expresó con el pueblo desesperado, sin dirección, el 27 de febrero de 1989 en “El Caracazo”; luego lo harían los militares Bolivarianos, el 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992.

El “por ahora”, mostró el rostro de la dignidad a la élite político-económica que, envilecida por el poder, se jactaba del “control” que tenía sobre el país. Sería bueno que los que manejan hoy el poder en el país y actúan como “si aquí no pasara nada”, recordaran la historia reciente. El rostro del Comandante Chávez sigue allí.

Cuando desde el campo revolucionario se emiten opiniones críticas o alertas, inmediatamente reacciona el madurismo, dirá, en un primer momento: que ese no es el problema, que a “nosotros” no nos sucederá, que tenemos cosas más urgentes; que nos sancionan, nos amenazan; que si la guerra económica, que la conspiración, que si hay elecciones, que tenemos que ganar, etc. Luego, si se insiste en la opinión, entonces se te hace de lado, se te acusa de “traidor” o “corrupto”, y de seguido viene el linchamiento moral, la persecución e incluso la prisión.

De eso se trata para ellos, que no se discuta, que se imponga el miedo, el aplauso fácil, la despolitización, la campaña “ni fu, ni fa”. Sin embargo, cuando todo está tan confuso, tan difícil, cerrado, entonces los principios te orientan, para saber qué hacer.

Depende de cada quién, no podemos seguir retrocediendo, llegará un momento, como sucede en la frontera, que ya no sabrás cómo pasaste al otro lado, no te darás cuenta, cuándo fue que este gobierno dejó de ser revolucionario y se convirtió en un mal gobierno adeco.

Detrás del discurso “anti imperialista”, las poses escandalosas, juramentos y promesas de papelillos de colores, en medio de las más inverosímiles teorías conspirativas y acusaciones de todo tipo, abusando del poder para llevarse por el medio a quien sea, sigue, de manera inexorable, la entrega de nuestros avances políticos, económicos y sociales, los que definen nuestro futuro.

Se nos cambian conquistas fundamentales por “espejos”. Sí, la vieja táctica de la dominación, la promesa de que “otros” arreglarán lo que ellos mismos destruyeron. Vana ilusión.

Si hacemos un alto a la rencilla y a la desesperanza, a los insultos y al tuiter, y levantamos la mirada, veremos claramente más allá del espectáculo, de los “gingles” electorales, una sucesión de hechos que deberían prender las alarmas de todos, en especial, del campo revolucionario, de los líderes populares, políticos y militares, que esperan que “nada de ésto sea verdad”, “que después arreglamos”, en una inexplicable conducta de negación de la realidad.

Ahora, yo pregunto, comento algunos temas fundamentales, para la discusión, la reflexión y que cada quien asuma su responsabilidad histórica. Veamos sólo dos aspectos relativos al área petrolera:

1.- La sentencia número 156 del Tribunal Supremo de Justicia, del 29 de marzo de 2017, establece que los contratos de creación de las Empresas Mixtas en la industria petrolera, “pasan directamente del Ministerio de Petróleo a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, donde serán aprobados”.

¿Es que acaso no es grave, que los contratos donde se establecen las condiciones que regulan el derecho de realizar las actividades primarias de la industria petrolera, reservadas por la Constitución (artículos 302 y 303), bajo condiciones específicas definidas en la Ley Orgánica de Hidrocarburos, sean aprobados sin ser del conocimiento público?,¿sin ser discutidos abiertamente, dado su carácter de contratos de interés público, definidos así en virtud de que garantizan y protegen la reserva del Estado, según establece la Constitución?

No se trata de que lo apruebe la Sala Constitucional, no tiene nada que ver con ella. De hecho, es nuestra máxima instancia para dirimir controversias en los temas petroleros, y así debe permanecer.

De lo que se trata es que un Contrato Petrolero, además de los elementos legales, tiene elementos económicos: estimaciones, proyecciones, compromisos financieros, compromisos de desarrollo del proyecto, plazos, mercados, acuerdos de comercialización, etc. Tiene elementos técnicos: condiciones de explotación, de preservación de los yacimientos, complejidades tecnológicas, procesos, integraciones, mecanismos de control operacional, regulaciones, transferencia tecnológica, etc. Tiene temas políticos: gobernanza de la empresa, toma de decisiones, aprobación de presupuestos, planes de inversión, industrialización, procura nacional, temas ambientales, desarrollo territorial, social, económico, etc. Además de los temas especializados del Derecho Minero, y de nuestra propia experiencia del periodo concesionario y de la apertura petrolera.

Así que, los contratos de las Empresas Mixtas, son muy complejos, multidisciplinarios, y requieren siempre del concurso de equipos especializados para su redacción y negociación.

La Sala Constitucional, así como la Sala Plena del TSJ, deben reservarse sólo para que ante las mismas, sea dirimido cualquier cuestionamiento durante la aprobación de éstos o cualquier controversia durante su desarrollo, toda vez que, en ninguno de nuestros contratos de Empresas Mixtas durante el gobierno del Presidente Chávez, se contempla ceder nuestra Soberanía Jurisdiccional. Es decir, no existe el Arbitraje Internacional, ¡nuestra Sala Constitucional es el árbitro!

Pero, además de la naturaleza y complejidad de estos contratos, quiero insistir en la discusión pública y la participación de las distintas instancias del Estado en su aprobación, porque, el proceso de tal aprobación constituye en sí mismo un mecanismo de control, dada la importancia estratégica que revisten para el país.

Explico. Luego del fraude de la “apertura petrolera”, el Estado Venezolano, la Constitución de 1999 y la Ley Orgánica de Hidrocarburos que entró en vigencia el 1ero. de enero de 2002, establecieron condiciones muy estrictas para que la ruta de aprobación de los contratos de las Empresas Mixtas, siempre estuviese a la vista, y sometida al escrutinio del Estado y de todo el país. Nunca más se aprobarían contratos petroleros de espaldas a la opinión pública.

Durante el desarrollo de la Política de Plena Soberanía Petrolera, nuestro gobierno, el del Presidente Chávez, creó más de 33 Empresas Mixtas, en las que el Estado mantenía la propiedad del petróleo y ejercía el control de su explotación a través de la Nueva PDVSA. La Empresa Mixta, bajo control de PDVSA, operaba, PDVSA comercializaba, vendía a precios de mercado, obtenidos de fórmulas, sin descuentos, no se contemplaba el arbitraje internacional y se pagaba todo el régimen Fiscal establecido en nuestras leyes, sin excepciones de ningún tipo.

A pesar de lo complejo de nuestro régimen petrolero, que por cierto, responde a los intereses de nuestro país como productor (que no puede ser el régimen petrolero de los países consumidores), pudimos atraer a las empresas petroleras más importantes del mundo, las cuales invirtieron miles de millones de dólares y euros, trajeron financiamiento, tecnología, y todo ello preservando nuestro control, la mayoría accionaria de PDVSA, nuestras leyes, nuestro marco fiscal y nuestra soberanía jurisdiccional y económica.

Gracias a ello y a nuestra política de defensa del precio, regulando la producción, obtuvimos, en un periodo de 10 años, más de 500 mil millones de dólares que ingresamos al Fisco Nacional y al Estado Venezolano. La Nueva PDVSA, al recuperar todas sus capacidades, se fortaleció y mantuvo como la quinta empresa petrolera más importante del mundo. Fue un esquema exitoso.

Así, durante nuestra gestión al frente del Ministerio de Petróleo, cada contrato de Empresa Mixta, seguía la siguiente ruta:

Se estructuraba una propuesta conjunta entre PDVSA y el socio, la cual siempre era consultada al Presidente de la República y era producto de un Acuerdo Internacional (aprobado por la Asamblea Nacional), como sucedió en la Faja Petrolífera del Orinoco y áreas tradicionales, o producto de un proceso público de selección de empresas (como el concurso de ofertas de socios para la explotación de áreas en el Bloque Carabobo de la Faja Petrolífera del Orinoco).

Cualquier empresa que entrara a participar en las actividades primarias de producción de petróleo, tenía que pagar al Estado, por intermedio del Ministerio de Petróleo, un monto por la información geológica del área y un bono por la cantidad de reservas probadas que serían desarrolladas por la Empresa Mixta (la cuota parte correspondiente a su participación). En el área de Carabobo, por ejemplo, logramos 5.000 millones de dólares de bonos al Estado, sin colocar en garantía nada, mucho menos ceder nuestra soberanía sobre las reservas de petróleo.

La propuesta y el respectivo contrato se revisaba en el Ministerio de Petróleo, para que se ajustara a nuestro marco legal y fiscal, a nuestro plan de producción, y que cumpliese con toda la normativa regulatoria del Estado, para administrar la explotación del yacimiento y preservar el recurso natural.

Todas las condiciones del desarrollo se explicaban al Presidente de la República y se le exponían los detalles correspondientes. Si contaba con su aprobación, mediante el respectivo Punto de Cuenta, se enviaba al Consejo de Ministros, para la revisión y aprobación del Gabinete. Luego, el Consejo de Ministros lo remitía a la Presidencia de la Asamblea Nacional, que, a su vez, lo sometía a la consideración de la Comisión de Energía y Minas.

La Comisión nos convocaba y hacía toda clase de preguntas y observaciones, eran largas sesiones, donde se explicaba el proyecto y los términos y condiciones de los contratos. Estaban todos los diputados que quisieran estar, oposición y Bolivarianos. Luego, se procedía a declarar a los medios de comunicación sobre los pormenores, y nuevamente se respondían preguntas.

Un elemento importante es que, no teníamos un contrato distinto o especial para cada Empresa Mixta, nó. Nuestro equipo político-jurídico del Ministerio de Petróleo, estableció un contrato único para todas las Empresas Mixtas. Los socios sabían a qué atenerse y se acabó la práctica de “ajustar” los contratos al interés de los socios, eran ellos los que tenían que ajustarse al interés del Estado y de PDVSA.

La Comisión de Energía remitía el contrato a la Plenaria de la Asamblea Nacional, donde se discutía abiertamente, cualquiera podía comentarlo u objetarlo. Se enviaba nuevamente al Ejecutivo, volvía al Consejo de Ministros y sólo después de todo este proceso, es que se emitía el Decreto del Presidente, con la aprobación de la Empresa Mixta y la publicación en Gaceta de los contratos, con todos los términos y condiciones. Era una gestión transparente.

Si por cualquier razón, algún ciudadano quería recurrir en contra de estos contratos, entonces podía introducir una acción ante el Tribunal Supremo de Justicia.

Así debe ser, para preservar el interés general, para ser honesto, para enterar a todo el país de lo que se está haciendo en este sector tan sensible a nuestra economía, cuáles son nuestros socios, las condiciones, etc.

Ahora, con base en esta sentencia que comentamos, todos estos pasos se obvian, se saltan a la “torera”. La propuesta pasa directamente de los socios a PDVSA y de allí, van directo a la Sala Constitucional y se aprueban. ¿Alguien conoce el contrato de la Empresa Mixta “Petrosur”, ya aprobada bajo este procedimiento?, ¿se conoce a los socios?, ¿su experiencia, sus capitales?, ¿los términos y condiciones?

Se argumenta que existe un conflicto de Poderes con la Asamblea Nacional, que el Ejecutivo no la reconoce, está en desacato y será un obstáculo. Bueno, entonces debe ir a otras instancias del Estado y de discusión pública, pero más pública por lo menos que las discusiones en la Asamblea Nacional Constituyente, porque allí tampoco se sabe qué sucede, no se discute, se pasa una “aplanadora” de algo que ya viene decidido.

Lo que no se puede es aprobar los contratos de las Empresas Mixtas petroleras en secreto. ¿A nadie le preocupa ésto?, ¿dónde quedó la democracia participativa y protagónica?, ¿otra vez los políticos en el poder se manejan de espaldas al país?, ¿y la soberanía? Es muy grave.
 

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