tommy271
Forumer storico
2.- El Decreto Presidencial 3.368, publicado el 12 de abril de 2018, con base en el “estado de excepción y de emergencia económica en todo el territorio nacional”, dicta de manera “transitoria” actos que, sin embargo, modifican de forma permanente lo que se califica en la Constitución como “Disposiciones Fundamentales”, que son “las instituciones intocables”, que no pueden modificarse bajo ningún respecto, como son, entre otras, las relativas a la soberanía y a las actividades reservadas al Estado, como las actividades primarias de la Industria Petrolera.
Al actual Ministro de Petróleo y Presidente de PDVSA se le dan poderes ilimitados, para cambiar unilateralmente nuestro régimen petrolero. Pregunto, ¿a nadie le preocupa que a un ministro (sea quien sea, no se trata del ministro, es que nunca había sucedido algo parecido), se le den poderes “exorbitantes”, es decir, sin ningún tipo de limitación, para “crear, suprimir o efectuar modificaciones a Petróleos de Venezuela y sus empresas filiales”?, ¿o para “crear, suprimir, modificar órganos de dirección, administración y gestión de las empresas petroleras”?, ¿para el “establecimiento de un régimen definitivo adaptado a la dinámica petrolera internacional”?
Así, de un plumazo, entre el caos y “dakazos” de cualquier tipo, se despachan toda la legislación que garantiza, nada más y nada menos, que la reserva que hace la Constitución de esta actividad al Estado, por razones de “interés general, estrategia y soberanía”.
Las transnacionales deben estar todavía estupefactas y preocupadas de lo fácil y de la forma como se vulnera el marco legal de la Plena Soberanía Petrolera, la política petrolera del Comandante Chávez, uno de los mayores aciertos de la Revolución Bolivariana, una política de Estado.
Pero a los ejecutores no les importa nada, se promete que “entrará mucho dinero” y que “subiremos la producción de petróleo a 2.8 millones de barriles día, en poco tiempo” ahh…, pero, además, “hemos descabezado las mafias chavistas en PDVSA, … perdón, …las mafias corruptas en PDVSA”. Éste podría ser el discurso de Capriles, si hubiese derrotado al Comandante Chávez en las elecciones de 2012, o si la derecha llega al poder en cualquier momento. Pero nó, ¡es el discurso del madurismo!
Lo he denunciado innumerables veces y lo seguiré haciendo porque, a pesar de que lo arriesgo todo, en lo personal, mi seguridad, libertad, imagen, a pesar de las amenazas proferidas en público por las más altas instancias de este gobierno de que “seré capturado”, como si se tratara del enemigo, a pesar del pasmoso silencio de mis antiguos camaradas de lucha, es mi responsabilidad hacerlo, tengo la responsabilidad de custodiar el legado del Comandante Chávez, en especial en este sector.
Porque el tema petrolero, además, es un tema nacional, tiene que ver con la soberanía. Aquí hablo a todos los venezolanos, los patriotas: sólo el control sobre la Industria Petrolera y la posibilidad de captar la renta petrolera para ponerla al servicio del pueblo, será lo único, óigase bien, lo único, que nos permitirá salir de este profundo abismo donde hemos caído.
Estoy comprometido, hasta los huesos, con mi país y la suerte de nuestro pueblo, la justicia social, el desarrollo, el “vivir bien” que nos planteamos. Lo que está en el centro de la disputa, más allá del odio, amenazas y violencia es, quién controla el petróleo. Reivindico la consigna durante la derrota del Sabotaje Petrolero: ¡el Petróleo es del Pueblo y debe ser su instrumento de liberación!
Volvamos al Decreto en cuestión, algunos elementos claves y alertas:
El ministro puede “suprimir, eliminar a PDVSA, eliminar sus filiales”, transformarla en otra cosa, es decir, vaciarla de sus capacidades, ¿que no opere más, que sólo administre “contratos” y otorgue tierra y reservas a los privados?, ¿la vuelta a los “convenios operativos”, a “las asociaciones estratégicas”, la “tercerización” ?, ¿quién va a ocupar sus espacios?, ¿quién va a operar?, ¿será la fiesta de los “panas” y sus socios internacionales?
No es necesario eliminar a PDVSA como figura jurídica. Eso sería demasiado torpe. Basta con convertirla en un cascarón vacío, como hicieron en la “apertura petrolera”: que no opere más, que no compre, que no decida, que no perfore, que no venda, nada. Sólo será la oficina de recibir las quejas o requerimientos de los socios, la pantalla.
El ministro puede “modificar, suprimir órganos de Dirección y gestión de PDVSA”, ¿cómo va a ser el gobierno corporativo de la empresa?, ¿eliminar la estructura que permite su operatividad, respuesta oportuna, la atención de sus procesos, su transparencia, su trazabilidad de operaciones financieras, de decisiones, su posibilidad de rendir cuentas?, ¿cómo va a ejercer el Estado Venezolano su control y dirección como único accionista de PDVSA?, ¿cómo ejercerá el Estado, a través de PDVSA, el control sobre los socios en las Empresas Mixtas?,¿cómo controlará las exportaciones, el establecimiento de precios?, ¿quién lo hará, los “traiders”?
El ministro puede “fijar, suprimir, modificar normas operativas de las empresas petroleras”, ¿cómo va el Ministerio de Petróleo a garantizar la correcta explotación de nuestros yacimientos?, ¿cómo va a garantizar el Ministerio de Ambiente el cuidado de nuestras cuencas, acuíferos, ríos y tierras?, ¿cómo va alguna autoridad a obligar a que las petroleras no hagan una depredación salvaje, pero más “económica” para ellas, de nuestros recursos?, ¿cómo fiscalizará el Ministerio de Petróleo los volúmenes de petróleo que salen del país, los que se almacenan fuera, para pagar lo que corresponde en Regalías e impuestos?
La explotación comercial petrolera comenzó en el país en 1914 y fue sólo en 1950 que se creó el Ministerio de Minas e Hidrocarburos, con sus normas operacionales y regulaciones para proteger al país, para tratar de impedir que las transnacionales siguieran envenenando el Lago de Maracaibo, destruyendo y agotando nuestros yacimientos o haciendo “fosas de desechos” por todo el Oriente, contaminando aire, agua y tierra, ¿vamos a retroceder de esa manera?
El ministro puede “generar normas para el establecimiento de un régimen definitivo adaptado a la dinámica petrolera internacional”. ¿Se despacharán nuestro régimen petrolero, el de un país productor, para instaurar el de un país consumidor?
La “dinámica petrolera internacional” está gobernada, subordinada, a los intereses de las grandes economías consumidoras, para las cuales las “empresas nacionales”, como PDVSA, como la de los países miembros de la OPEP, son un problema, porque insisten en salvaguardar los intereses de su propio país productor de las apetencias de las trasnacionales, ¿dejaremos de tener una empresa nacional?
El mundo petrolero se divide en dos grandes grupos: el de los países consumidores por un lado y; el de los países productores, por el otro. Cada uno, obviamente, tiene intereses opuestos, nosotros, somos y seremos por mucho tiempo, un país productor.
El ministro procederá a “la compra, adquisición y ejecución de obras mediante la modalidad de contratación directa”, acto seguido el decreto pasa a enumerar todas las operaciones de procura de bienes y servicios de la industria petrolera, es decir, ahora, bajo el argumento de la “emergencia”, creada por ellos mismos, su incapacidad e irresponsabilidad, TODO en la industria petrolera se comprará y contratará por adjudicación directa, sin Comités de Licitación, sin procesos internos, todo, será adquirido sin control de ninguna índole. Se desataron los demonios.
Claro, se le pide a los privados “que sean buenos”, que no se aprovechen de una empresa desahuciada y de un Estado disfuncional, que se hará de la “vista gorda”, verá hacia otro lado, a otra parte, mientras liquidan a nuestra PDVSA y se hacen los negocios más extraordinarios, el sueño de los “sicarios económicos”.
Lo que indigna y descubre el cinismo de este gobierno es que, buena parte de todos los presos de PDVSA, que hoy día están secuestrados, sin derecho a la defensa, vilipendiados por el Fiscal-triste-poeta, es que se les acusa de haber realizado “adjudicaciones directas”. Y si así hubiere sido, éstas no podían haber sido decididas de manera unilateral por funcionario alguno, por muy alto nivel que tuviera, pues siempre, las decisiones partían de un órgano colegiado, los Comités Internos de PDVSA y todo el Sistema SAP de control.
Hoy, basados en un Decreto Inconstitucional, que además se fundamenta en otra norma inconstitucional, se le da potestades exorbitantes y unilaterales a un ministro, sin establecerle si quiera algún límite como obliga el Principio de Racionalidad y Proporcionalidad que ha de regir en toda actuación discrecional de la Administración Pública y que ninguna norma puede derogar.
Ahora, el gobierno descubre que, si se declara una emergencia operacional, se pueden hacer adjudicaciones directas, con consulta de precios, de manera temporal y para garantizar la continuidad operacional. Ahora entendieron que no administran un Ministerio, que no están comprando utensilios, ni productos de limpieza.
Ahora, parecieran entender que están lidiando con una empresa petrolera de orden internacional que no para, que opera todos los días, 24 x 24, que si se paralizan los procesos de procura y contrataciones de servicios petroleros, se paralizan las áreas de producción, procesamiento, refinación, de manera inexorable. Que es lo que ha sucedido, he allí la famosa “conspiración”.
Ahora, parecieran entender que los gerentes y directores de PDVSA, no toman decisiones operativas, ni procura de materiales y servicios, porque temen que en cualquier momento los acusen de “corruptos” y se los lleven encapuchados del SEBIN, como ya es frecuente en las instalaciones.
Ahora se dan cuenta que los socios no están dispuestos a firmar procura y contratos con sobreprecios, así se los lleven detenidos, porque ellos están sujetos a las leyes de su propio país. Que los socios entienden, que todas estas irregularidades y desviaciones a los términos y condiciones de los contratos de Empresas Mixtas, no son sostenibles en el tiempo.
Los miembros de la Junta Directiva, en su desconocimiento, sus múltiples intereses y la instrucción dada de buscar “culpables” de las cosas que los abruman, que no entienden, paralizan todos los procesos internos mientras alguien les explica cómo funciona ésto. La empresa se paraliza por falta de decisiones y conocimiento, el efecto sobre las áreas es más dañino en la medida que las decisiones se postergan y sus consecuencias se acumulan.
Habrán entendido por qué existieron siempre en PDVSA las normas correspondientes de delegación financiera y todo el sistema de Comités operacionales, procura, licitación, estructura de filiales característica de un “holding” público de empresas, en particular, petrolero.
¿Sabrán allá en la Junta Directiva, en el problema que los han metido?, ¿se dan cuenta que no es fácil, que no se pueden aceptar cargos por las ansias de poder, porque están volando un “Sukoy”, que se viene a tierra si no reaccionas a tiempo y si no tienes idea de cómo navegar esa poderosa máquina?
Desde agosto de 2014, lo que ha pasado en PDVSA es entera responsabilidad del madurismo, que se puso a desarmar un reloj, una máquina precisa, entre chanza e improvisación, y no supo volverlo a armar, ahora lo va a entregar en pedazos. La historia pondrá las cosas en su sitio. Porque se viene todo abajo y nuestro pueblo sufre las consecuencias.
A pesar de sus torpes astucias, nosotros prevaleceremos y seremos capaces de conducir a nuestro pueblo hacia el futuro que, finalmente podremos conquistar, porque nos pertenece. Con Chávez siempre ¡Venceremos!.
***
Lungo intervento di Rafa Ramirez.
Al actual Ministro de Petróleo y Presidente de PDVSA se le dan poderes ilimitados, para cambiar unilateralmente nuestro régimen petrolero. Pregunto, ¿a nadie le preocupa que a un ministro (sea quien sea, no se trata del ministro, es que nunca había sucedido algo parecido), se le den poderes “exorbitantes”, es decir, sin ningún tipo de limitación, para “crear, suprimir o efectuar modificaciones a Petróleos de Venezuela y sus empresas filiales”?, ¿o para “crear, suprimir, modificar órganos de dirección, administración y gestión de las empresas petroleras”?, ¿para el “establecimiento de un régimen definitivo adaptado a la dinámica petrolera internacional”?
Así, de un plumazo, entre el caos y “dakazos” de cualquier tipo, se despachan toda la legislación que garantiza, nada más y nada menos, que la reserva que hace la Constitución de esta actividad al Estado, por razones de “interés general, estrategia y soberanía”.
Las transnacionales deben estar todavía estupefactas y preocupadas de lo fácil y de la forma como se vulnera el marco legal de la Plena Soberanía Petrolera, la política petrolera del Comandante Chávez, uno de los mayores aciertos de la Revolución Bolivariana, una política de Estado.
Pero a los ejecutores no les importa nada, se promete que “entrará mucho dinero” y que “subiremos la producción de petróleo a 2.8 millones de barriles día, en poco tiempo” ahh…, pero, además, “hemos descabezado las mafias chavistas en PDVSA, … perdón, …las mafias corruptas en PDVSA”. Éste podría ser el discurso de Capriles, si hubiese derrotado al Comandante Chávez en las elecciones de 2012, o si la derecha llega al poder en cualquier momento. Pero nó, ¡es el discurso del madurismo!
Lo he denunciado innumerables veces y lo seguiré haciendo porque, a pesar de que lo arriesgo todo, en lo personal, mi seguridad, libertad, imagen, a pesar de las amenazas proferidas en público por las más altas instancias de este gobierno de que “seré capturado”, como si se tratara del enemigo, a pesar del pasmoso silencio de mis antiguos camaradas de lucha, es mi responsabilidad hacerlo, tengo la responsabilidad de custodiar el legado del Comandante Chávez, en especial en este sector.
Porque el tema petrolero, además, es un tema nacional, tiene que ver con la soberanía. Aquí hablo a todos los venezolanos, los patriotas: sólo el control sobre la Industria Petrolera y la posibilidad de captar la renta petrolera para ponerla al servicio del pueblo, será lo único, óigase bien, lo único, que nos permitirá salir de este profundo abismo donde hemos caído.
Estoy comprometido, hasta los huesos, con mi país y la suerte de nuestro pueblo, la justicia social, el desarrollo, el “vivir bien” que nos planteamos. Lo que está en el centro de la disputa, más allá del odio, amenazas y violencia es, quién controla el petróleo. Reivindico la consigna durante la derrota del Sabotaje Petrolero: ¡el Petróleo es del Pueblo y debe ser su instrumento de liberación!
Volvamos al Decreto en cuestión, algunos elementos claves y alertas:
El ministro puede “suprimir, eliminar a PDVSA, eliminar sus filiales”, transformarla en otra cosa, es decir, vaciarla de sus capacidades, ¿que no opere más, que sólo administre “contratos” y otorgue tierra y reservas a los privados?, ¿la vuelta a los “convenios operativos”, a “las asociaciones estratégicas”, la “tercerización” ?, ¿quién va a ocupar sus espacios?, ¿quién va a operar?, ¿será la fiesta de los “panas” y sus socios internacionales?
No es necesario eliminar a PDVSA como figura jurídica. Eso sería demasiado torpe. Basta con convertirla en un cascarón vacío, como hicieron en la “apertura petrolera”: que no opere más, que no compre, que no decida, que no perfore, que no venda, nada. Sólo será la oficina de recibir las quejas o requerimientos de los socios, la pantalla.
El ministro puede “modificar, suprimir órganos de Dirección y gestión de PDVSA”, ¿cómo va a ser el gobierno corporativo de la empresa?, ¿eliminar la estructura que permite su operatividad, respuesta oportuna, la atención de sus procesos, su transparencia, su trazabilidad de operaciones financieras, de decisiones, su posibilidad de rendir cuentas?, ¿cómo va a ejercer el Estado Venezolano su control y dirección como único accionista de PDVSA?, ¿cómo ejercerá el Estado, a través de PDVSA, el control sobre los socios en las Empresas Mixtas?,¿cómo controlará las exportaciones, el establecimiento de precios?, ¿quién lo hará, los “traiders”?
El ministro puede “fijar, suprimir, modificar normas operativas de las empresas petroleras”, ¿cómo va el Ministerio de Petróleo a garantizar la correcta explotación de nuestros yacimientos?, ¿cómo va a garantizar el Ministerio de Ambiente el cuidado de nuestras cuencas, acuíferos, ríos y tierras?, ¿cómo va alguna autoridad a obligar a que las petroleras no hagan una depredación salvaje, pero más “económica” para ellas, de nuestros recursos?, ¿cómo fiscalizará el Ministerio de Petróleo los volúmenes de petróleo que salen del país, los que se almacenan fuera, para pagar lo que corresponde en Regalías e impuestos?
La explotación comercial petrolera comenzó en el país en 1914 y fue sólo en 1950 que se creó el Ministerio de Minas e Hidrocarburos, con sus normas operacionales y regulaciones para proteger al país, para tratar de impedir que las transnacionales siguieran envenenando el Lago de Maracaibo, destruyendo y agotando nuestros yacimientos o haciendo “fosas de desechos” por todo el Oriente, contaminando aire, agua y tierra, ¿vamos a retroceder de esa manera?
El ministro puede “generar normas para el establecimiento de un régimen definitivo adaptado a la dinámica petrolera internacional”. ¿Se despacharán nuestro régimen petrolero, el de un país productor, para instaurar el de un país consumidor?
La “dinámica petrolera internacional” está gobernada, subordinada, a los intereses de las grandes economías consumidoras, para las cuales las “empresas nacionales”, como PDVSA, como la de los países miembros de la OPEP, son un problema, porque insisten en salvaguardar los intereses de su propio país productor de las apetencias de las trasnacionales, ¿dejaremos de tener una empresa nacional?
El mundo petrolero se divide en dos grandes grupos: el de los países consumidores por un lado y; el de los países productores, por el otro. Cada uno, obviamente, tiene intereses opuestos, nosotros, somos y seremos por mucho tiempo, un país productor.
El ministro procederá a “la compra, adquisición y ejecución de obras mediante la modalidad de contratación directa”, acto seguido el decreto pasa a enumerar todas las operaciones de procura de bienes y servicios de la industria petrolera, es decir, ahora, bajo el argumento de la “emergencia”, creada por ellos mismos, su incapacidad e irresponsabilidad, TODO en la industria petrolera se comprará y contratará por adjudicación directa, sin Comités de Licitación, sin procesos internos, todo, será adquirido sin control de ninguna índole. Se desataron los demonios.
Claro, se le pide a los privados “que sean buenos”, que no se aprovechen de una empresa desahuciada y de un Estado disfuncional, que se hará de la “vista gorda”, verá hacia otro lado, a otra parte, mientras liquidan a nuestra PDVSA y se hacen los negocios más extraordinarios, el sueño de los “sicarios económicos”.
Lo que indigna y descubre el cinismo de este gobierno es que, buena parte de todos los presos de PDVSA, que hoy día están secuestrados, sin derecho a la defensa, vilipendiados por el Fiscal-triste-poeta, es que se les acusa de haber realizado “adjudicaciones directas”. Y si así hubiere sido, éstas no podían haber sido decididas de manera unilateral por funcionario alguno, por muy alto nivel que tuviera, pues siempre, las decisiones partían de un órgano colegiado, los Comités Internos de PDVSA y todo el Sistema SAP de control.
Hoy, basados en un Decreto Inconstitucional, que además se fundamenta en otra norma inconstitucional, se le da potestades exorbitantes y unilaterales a un ministro, sin establecerle si quiera algún límite como obliga el Principio de Racionalidad y Proporcionalidad que ha de regir en toda actuación discrecional de la Administración Pública y que ninguna norma puede derogar.
Ahora, el gobierno descubre que, si se declara una emergencia operacional, se pueden hacer adjudicaciones directas, con consulta de precios, de manera temporal y para garantizar la continuidad operacional. Ahora entendieron que no administran un Ministerio, que no están comprando utensilios, ni productos de limpieza.
Ahora, parecieran entender que están lidiando con una empresa petrolera de orden internacional que no para, que opera todos los días, 24 x 24, que si se paralizan los procesos de procura y contrataciones de servicios petroleros, se paralizan las áreas de producción, procesamiento, refinación, de manera inexorable. Que es lo que ha sucedido, he allí la famosa “conspiración”.
Ahora, parecieran entender que los gerentes y directores de PDVSA, no toman decisiones operativas, ni procura de materiales y servicios, porque temen que en cualquier momento los acusen de “corruptos” y se los lleven encapuchados del SEBIN, como ya es frecuente en las instalaciones.
Ahora se dan cuenta que los socios no están dispuestos a firmar procura y contratos con sobreprecios, así se los lleven detenidos, porque ellos están sujetos a las leyes de su propio país. Que los socios entienden, que todas estas irregularidades y desviaciones a los términos y condiciones de los contratos de Empresas Mixtas, no son sostenibles en el tiempo.
Los miembros de la Junta Directiva, en su desconocimiento, sus múltiples intereses y la instrucción dada de buscar “culpables” de las cosas que los abruman, que no entienden, paralizan todos los procesos internos mientras alguien les explica cómo funciona ésto. La empresa se paraliza por falta de decisiones y conocimiento, el efecto sobre las áreas es más dañino en la medida que las decisiones se postergan y sus consecuencias se acumulan.
Habrán entendido por qué existieron siempre en PDVSA las normas correspondientes de delegación financiera y todo el sistema de Comités operacionales, procura, licitación, estructura de filiales característica de un “holding” público de empresas, en particular, petrolero.
¿Sabrán allá en la Junta Directiva, en el problema que los han metido?, ¿se dan cuenta que no es fácil, que no se pueden aceptar cargos por las ansias de poder, porque están volando un “Sukoy”, que se viene a tierra si no reaccionas a tiempo y si no tienes idea de cómo navegar esa poderosa máquina?
Desde agosto de 2014, lo que ha pasado en PDVSA es entera responsabilidad del madurismo, que se puso a desarmar un reloj, una máquina precisa, entre chanza e improvisación, y no supo volverlo a armar, ahora lo va a entregar en pedazos. La historia pondrá las cosas en su sitio. Porque se viene todo abajo y nuestro pueblo sufre las consecuencias.
A pesar de sus torpes astucias, nosotros prevaleceremos y seremos capaces de conducir a nuestro pueblo hacia el futuro que, finalmente podremos conquistar, porque nos pertenece. Con Chávez siempre ¡Venceremos!.
***
Lungo intervento di Rafa Ramirez.