PDVSA reduce 90% la venta de dólares al Banco Central
El descenso presagia un mayor recorte en las divisas que recibe el sector privado, algo que aumentaría la escasez y el número de plantas con insuficiencia de materia prima
Cada mes, el directorio del Banco Central de Venezuela toma una de las decisiones que más impacta a la economía del país. Los siete directores aprueban el monto de divisas que el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex), podrá distribuir para que las empresas del sector privado realicen importaciones de materias primas, insumos, maquinarias, además de cubrir otras necesidades como remesas, viajes al exterior y líneas aéreas.
El monto a aprobar depende en grado sumo de las divisas provenientes de PDVSA, ya que el petróleo provee 96 de cada 100 dólares que ingresan al país. Las cifras oficiales revelan una dramática reducción:
En enero de este año PDVSA sólo le vendió al Banco Central 77 millones de dólares, cifra que se traduce en un derrumbe de 90% respecto a enero de 2015 y de 97% respecto a enero de 2013.
En 2015 PDVSA sólo le vendió al Banco Central 12 mil 567 millones de dólares, una magnitud bastante baja que representa una caída de 66% respecto a 2014 y explica por qué se trató de un año de recesión y desabastecimiento.
La consecuencia, de no haber un cambio importante,
será una reducción aún mayor en las divisas que recibirá el sector privado, algo que elevaría la escasez y el número de plantas paralizadas por falta de materia prima. La última semana de enero, l
a Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) explicó que el índice ponderado que mide la producción de las 170 empresas privadas que forman parte de la organización cayó 10% en los últimos cuatro meses y alertó que existen diez rubros y un tipo de empaque cuya producción está suspendida o en grados muy importantes de paralización: Atún, gelatinas, salsa de tomate, bebidas en polvo, flan en polvo, avena, mortadela, carne para almuerzo, quesos untables y los envases de larga duración conocidos como
TetraPack.
Al mismo tiempo, la producción de otro grupo de rubros y empaques está en “riesgo inminente de ser suspendida”: Trigo, refrescos, aceite, galletas, salchichas, jugos, azúcar, arroz, mayonesa y los empaques de aluminio, hojalata, plásticos y vidrio.
La Cámara de Droguerías afirmó que las fallas de abastecimiento de medicinas llegan a 90% y empresas en sectores como el textil han paralizado plantas por la falta de materia prima.
Sin ahorros
La causa más visible del recorte en el ingreso de dólares al Banco Central es el descenso de los precios del petróleo.
El barril que vende Venezuela se cotizó en enero de 2014 en 95 dólares; luego, en 2015 en 40,30 dólares y en enero de este año en 24 dólares.
Si bien es evidente que la pérdida de brillo del oro negro tiene un fuerte impacto, Venezuela es el país petrolero más desprotegido porque no ahorró en los tiempos en que el barril desafió la fuerza de la gravedad.
El Fondo de Estabilización Macroeconómica, la alcancía destinada a compensar las fluctuaciones en el precio del petróleo sólo cuenta con 3 millones de dólares.
Se trata de una cantidad ínfima que contrasta con lo ahorrado por el resto de los países petroleros.
Datos del Sovereign Wealth Fund Institute indican que al cierre de diciembre de 2015 el fondo de estabilización de Noruega contaba con 824 mil millones de dólares; el de Arabia Saudita con 668 mil millones; el de Qatar con 256 mil millones; el de Libia con 66 mil millones; el de Irán con 62 mil millones e incluso el de Trinidad y Tobago con 5 mil millones.
Además, el gobierno venezolano aumentó la deuda en dólares de la República en 344% desde 27 mil 053 millones de dólares en septiembre de 2004 hasta 120 mil 204 millones de dólares al cierre de septiembre de 2015 (última cifra oficial).
La balanza de pagos del Banco Central de Venezuela registra que gracias al boom petrolero que comenzó en 2004 y finalizó en 2014, las arcas de la República recibieron 746 mil millones de dólares por exportaciones petroleras y lo poco que se conoce del destino del dinero indica que no fue colocado en inversiones productivas.
El Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), una estructura que recibió un generoso chorro de petrodólares proveniente de PDVSA y el Banco Central a fin de impulsar “la transformación del sistema económico, en función de la transición al socialismo bolivariano, trascendiendo el modelo rentista petrolero capitalista hacia el modelo económico productivo socialista”
administró 170 mil millones de dólares que fueron inyectados a una larga lista de proyectos. No obstante, las exportaciones no petroleras no solo no aumentaron, sino que cayeron estrepitosamente.
El déficit
Ecoanalítica estima, en su último reporte, que el déficit de divisas de 2016 se ubicará “en 30 mil 787 millones de dólares, como resultado de la baja en nuestros ingresos”. Ante la interrogante de cuáles podrían ser las alternativas a mano para cubrirlo, la firma explica que a través de préstamos en los que el país
entrega oro como garantía el gobierno podría obtener 4 mil millones de dólares; la renovación de otro tramo de deuda con China otros 5 mil millones de dólares; unos mil 800 millones de dólares en recursos extrapresupuestarios y mil 700 millones provenientes de cuentas por cobrar.
El resultado es que aun realizando estas operaciones financieras quedaría
una brecha de 18 mil 287 millones de dólares que no se sabe de dónde provendrán. Hasta ahora, el Gobierno se ha aferrado a la posibilidad de que los acuerdos con otros países exportadores de petróleo para congelar la producción logren un rebote importante de los precios del barril, pero los analistas consideran que la probabilidad de que esto ocurra es bastante baja.
Asimismo, los planes anunciados para impulsar las exportaciones no petroleras no tendrán efecto en el corto plazo y no cabría esperar un repunte vigoroso: Históricamente las ventas al exterior distintas al petróleo no han superado los 5 mil millones de dólares.
No obstante, el Presidente Nicolás Maduro desborda optimismo. El pasado 17 de febrero afirmó: “Ya están saliendo los barcos. Bueno, hemos articulado con más de 500 empresas privadas, con capacidad exportadora de calidad, y nos estamos proponiendo metas muy importantes para este año, casi por el orden de los 7 mil millones de dólares, metas ambiciosas de nuevos recursos en divisas”.
La posibilidad de obtener financiamiento luce comprometida, en vista de que los inversionistas observan un elevado riesgo en Venezuela y exigen tasas de interés exorbitantes. El propio Nicolás Maduro admitió: “Venezuela tiene un bloqueo financiero internacional, ni refinancian procesos de mejoría en las condiciones de la deuda y buscan condiciones leoninas para prestarnos una divisa, un dólar”.
Como un presagio de lo que puede ocurrir, el Presidente también dijo: “Ponte a parir y a producir y a resolver lo que tienes que resolver tú en tu espacio concreto, ponte a parir”.
Víctor Salmerón
@vsalmeron