General Guaicaipuro Lameda: “CAMIMPEG es una empresa de maletín”
NOTICIAS | May 26, 2017 - 1:25am
Por Andrés Rojas Jiménez
“Me temo que PDVSA ha estado involucrada a operaciones de legitimación de capitales y de negocios turbios intencionales”, sostiene el general de división Guaicaipuro Lameda, ex presidente de Petróleos de Venezuela entre 2000 y 2002, al referirse a la razón que tuvo el gobierno del presidente Nicolás Maduro para crear la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petroleras y de Gas (CAMIMPEG).
¿La creación de CAMIMPEG implica un cambio en la revolución bolivariana al vincular directamente a una compañía militar para que asuma operaciones en el sector petrolero?
Cuando uno no está vinculado directamente con el tema y no tiene información de primera mano, uno trata de hacer una evaluación retrospectiva para fijarse en los escenarios en los que está ocurriendo esta decisión. Imagino que con esta compañía, está ocurriendo algo similar con una cosa que se llama el Banco de la Fuerzas Armadas Nacionales, pero es un banco bien raro porque no tiene oficinas. Tiene una sede en la urbanización El Rosal en Caracas Pero no hay más oficinas y uno se pregunta: ¿para qué crearon ese banco? Las Fuerzas Armadas están distribuidas en todo el país y la nómina debería ser pagada por ese banco, pero como puede hacerlo si no tiene oficina y la gente no tiene donde cobrar. Ese banco deja preguntas, así como otras cosas que ocurren. Para mi ese banco es una fachada simplemente.
¿CAMIMPEG sería una fachada?
Sí. Para mí es una fachada. Fidel Castro en una receta que me dio cuando yo fui a reunirme con él siendo presidente de PDVSA, me dijo: “Usted en Venezuela tiene un gran problema porque tiene una renta petrolera que genera mucho dinero y al incorporarlo en la economía nacional termina generando bienestar y un mejoramiento en la calidad de vida de la gente pero ese no es el objetivo; porque el objetivo es mantener a la gente pobre por muchos años mientras se hace un cambio ideológico”. Es lo mismo que dijo Héctor Rodríguez cuando fue ministro de Educación: “No es que vamos a sacar a los pobres de la pobreza, para que se conviertan en escuálidos y sean enemigos de la revolución”. Eso ya está dicho oficialmente por el Gobierno, pero en aquel momento (año 2001) me lo dijo Fidel Castro como instrucciones de actuación.
¿Cuál era la propuesta de Fidel con la renta petrolera?
Él me dijo que tenía que buscar los mecanismos para quemar esa renta. ¿Cómo se quema? Con corrupción, con fuentes de fachada, que lucen como legítimas y permiten quemar el dinero. Lo que hace un traficante de drogas cuando monta una lavandería que permita mover ese dinero. Yo sospecho que la creación de muchas de estas cosas que ha creado el Gobierno, son sencillamente la fachada necesaria para poder quemar el dinero que no puede ingresar a la sociedad venezolana porque termina generando el bienestar que saca de saca a la población de la pobreza y eso los convierte en eventuales enemigos de la revolución.
¿Por qué es el presidente Maduro, que es civil, quien crea CAMIMPEG y no el presidente Chávez, que venía del mundo militar?
Creo que obedece a etapas de la revolución, que se van generando y encadenando, oportunidades que cada quien va viendo y que forma parte de un plan de muy largo plazo. Lo que el Gobierno está haciendo hoy no se está pensando hoy, ni se pensó ayer, sino que se pensó hace 10 o 15 años. Es un error pensar que lo que se está haciendo en el país son improvisaciones del día a día, por el contrario proviene de una agenda con un contenido estratégico que deriva de un objetivo político que viene de 1998 como es el de dominar a la sociedad venezolana por la vía de ir empobreciéndola y dándole esperanzas para mantenerla sometida mientras se hace una transformación cultural. En ese sentido, pareciera que Maduro lo ha hecho mejor que Chávez y esas estructuras organizaciones que se están creando responde a las necesidades que tiene el Gobierno para movilizar dinero y en ese sentido un banco o una empresa petrolera son muy útiles.
A CAMIMPEG se le asigna la operación del campo Urdaneta en el lago de Maracaibo Le están dando el lomito. ¿El campo Urdaneta podría mover enormes cantidades de dinero?
Para efectos muy perversos de sacar dinero y realizar movimientos financieros. Por ejemplo, no se ha logrado verificar la veracidad de la cifra pero está la denuncia que Citgo (la filial de PDVSA en Estados Unidos) apoyó con 500.000 dólares el acto de toma de posesión del presidente Donald Trump. ¿Has escuchado que se señala a PDVSA de estar involucrada en narcotráfico?
He escuchado pero las denuncias no tienen los soportes que avalen esa afirmación
Pero eso anda en el ambiente. Retomo lo que me dijo Fidel Castro sobre la necesidad de quemar el dinero también para amarrar a las personas. Tenemos la denuncia del ex ministro de Planificación, Jorge Giordani, sobre los 25.000 millones de dólares que CADIVI que se robaron y aseguró que él tenía la lista.
Nunca la presentó
No tenía que presentarla. Esa fue la manera que encontró Giordani de decirle “te tengo agarrado” a quienes recibieron dólares preferenciales de Cadivi. En esa oportunidad, yo le escribí una carta a la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, en la que le decía: “El ministro Giordani ha puesto una denuncia y usted como Fiscal tiene la obligación de hacer algo, pero entiendo que no hará nada porque el ministro no está poniendo una denuncia sino que está esgrimiendo un garrote para amenazar a todos los que están en esa lista diciéndole públicamente: si tú no sigues la línea que te da el Gobierno, nosotros tenemos esto y te podemos llevar preso”.
¿La creación de CAMIMPEG apuntaría a la necesidad de movilizar el dinero?
No me cuesta especular qué tipo de operaciones está haciendo pero para mí es una fachada.
¿La experticia en materia petrolera no la tiene?
No. Tampoco es una compañía que se le conozcan los activos. CAMIMPEG es una empresa de maletín y hace las cosas propias de una empresa de maletín; o que me demuestren lo contrario y me presente sus balances financieros.
¿Eso quiere decir que la única manera de operar es haciendo subcontrataciones?
Eso es una empresa de maletín. Si se creó una empresa para que sea una contratista de subcontratistas entonces eso no tiene sentido y lo que está haciendo es hacer las cosas de una empresa de maletín, que no son nada sanas.
¿Eso explica la lealtad de la dirigencia militar al gobierno de Maduro?
Un general en este momento gana 250.000 bolívares y al término del cambio paralelo eso son 50 dólares mensuales. Eso no le permite vivir ni que le entreguen un CLAP. Antes de que llegar Chávez no se llegaba a 200 generales y ahora hay casi 2.000. ¿Cómo se mantiene el estatus de los generales? Yo veo un par de generales, que fueron compadres míos cuando eran tenientes, que se están montando en aviones privados y haciendo fiestas. Ni yo cuando fui presidente de PDVSA.
¿Cuándo usted estuvo en la presidencia de PDVSA había intentos de politizarla?
Totalmente.
¿Esa era la instrucción que usted recibió del presidente Chávez?
El presidente Chávez en un momento me dijo: “Lameda te voy a enviar para PDVSA al general Martínez Morales para que te acompañe porque tú estás muy solo”. Posteriormente Martínez Morales fue nombrado por Chávez como jefe del DIM (División de Inteligencia Militar). Yo le dije: “Caramba Presidente usted me nombró a mí presidente de PDVSA, yo respondo por la empresa y yo dispongo quienes trabajan aquí, si usted dispone quienes trabajan aquí, yo no le puedo responder por la empresa, así que yo le agradezco que no me mandé gente para la empresa”. ¿Esa respuesta suya incomodó al presidente Chávez? (Lameda se voltea y toma una placa que están en un pisapapeles en su escritorio). Mi respuesta fue esta. (En la placa hay un pensamiento del Libertador Simón Bolívar que dice: “Llamarse jefe para no serlo es el colmo de la miseria”; y en la parte de debajo de la placa se puede leer: “Yo no soy miserable. Guaicaipuro Lameda”). Después él me dijo: “Yo soy el Presidente de la República”, a lo que respondí: “Yo no soy miserable, soy el presidente de PDVSA hasta que usted lo disponga”. ¿Ese fue el momento cuando comenzaron las diferencias? Sí. Allí comenzaron la diferencias y con el tiempo le doy gracias a Dios que años después él me mencionó cuando dijo: “Yo me equivoqué al nombrar a Lameda para la presidencia de PDVSA porque yo le daba instrucciones de que hiciera cosas, él me decía que sí y después por detrás hacia otras cosas”.
¿Eso es verdad?
Eso es cierto. Él me daba instrucciones, yo me regresaba con las instrucciones a PDVSA, hablaba con la junta directiva, el equipo jurídico y con la gente del área a la que correspondiera el tema y le decía que el Presidente estaba solicitando que se hiciera determinado asunto pero yo pedía que se analizara y me dijeran qué hacer. Yo varias veces tuve que decirle al Presidente que la forma como estaba pidiendo que se hiciera algo no era la más correcta y le presentaba opciones o le tenía que decir que algo no se podía hacer.
¿Recuerda algo que haya tenido que decirle a Chávez que no se podía hacer?
Una vez que me pidió que le diera 1 millón de dólares a un movimiento social en Bolivia. Él no me dijo que era para un movimiento sino para apoyar el asfaltado de la ciudad de La Paz y esa fue la instrucción que recibí. No me comí el cuento y envíe una comisión que viajó a Bolivia, formada por chavistas, personas de PDVSA y cercanas a mí para que me dieran garantía que la información que yo iba a recibir es fidedigna.
¿Era un millón de dólares para el movimiento social de Evo Morales?
Era un aporte para el movimiento llamado los Sin Tierra que apoyaba a Evo Morales. Cuando la comisión llegó a Bolivia, quienes estaban en el aeropuerto eran los dirigentes de ese movimiento, no estaba nadie de la Embajada de Venezuela y mi punto era que si se trataba de una donación a Bolivia tenía que ser parte de un acuerdo entre los gobiernos de los dos países, pero el embajador de Venezuela, el general García Ordoñez, me dijo que él no sabía nada y la Cancillería boliviana también dijo que no sabía nada. El informe terminó revelando que ese dinero era para apoyar una campaña electoral y yo tuve que decirle al Presidente que eso era injerencia política en otro país y eso era meter a PDVSA en asuntos políticos de Bolivia y que si él me daba la orden eso me llevaba a violar la ley.
¿Qué le dijo Chávez?
Aceptó mis argumentos pero él decía que yo hacía cosas distintas a las que él me ordenaba.
Le hago la pregunta sobre la politización de Petróleos de Venezuela porque hemos visto como el embajador de Venezuela en Naciones Unidas, Rafael Ramírez, ex presidente también de PDVSA, critica al equipo gerencial de la compañía que encabeza Eulogio Del Pino porque se ha empezado a despolitizar y sus trabajadores a desmovilizar en su trabajo a favor de la revolución para que retome su orientación en el negocio petrolero.
Yo no sé si eso está pasando.
Pareciera que no si se leen los mensajes de Eulogio Del Pino en su cuenta en Twitter
No solamente eso. Si uno lee documentos formales de PDVSA como el Informe Anual, uno lo que se consigue mayoritariamente es política. El texto de lo que se escribe, al margen de los números, es política y allí no se habla del negocio petrolero como tal. Cuando se trata de buscar cuál es la dirección o la estrategia del negocio, hacia dónde va la producción o la investigación y desarrollo de la industria, cuál es el movimiento del financiamiento allí no hay texto de eso, en cambio el contenido político es enorme.
¿Esa orientación política de PDVSA fue impulsada por Rafael Ramírez?
El sólo fue el brazo ejecutor porque eso provenía de una concepción estratégica que venía de más arriba.
¿Del presidente Chávez?
Chávez no gobernaba solo. También estaba la idea de Fidel Castro y hoy día me temo que PDVSA ha estado involucrada a operaciones de legitimación de capitales y de negocios turbios intencionales con el propósito de involucrar a gente con esos asuntos y dejarlos inhabilitados para actuar.
¿Cómo cuáles?
El caso del general Hugo “El Pollo” Carvajal, que tiene unas implicaciones bien interesantes y la relación que tiene PDVSA con algunas transnacionales como Shell que tienen que ver con Aruba y vimos como el Rey de Holanda estuvo en Miraflores, le dio un obsequio al presidente Maduro. No me queda claro cómo fue que Aruba resolvió el tema de entrega al “Pollo” Carvajal a Estados Unidos y por qué no dijo más nada de eso. Hay unas interrogantes que son hipótesis de investigación; o el hecho de que Calixto Ortega haya salido en un viaje relámpago a Aruba para que ocurriera un cambio en un proceso con el narcotráfico.
¿Usted no percibe que haya un intento por despolitizar a PDVSA?
No lo veo.
¿En esas operaciones de PDVSA incluiría el papel que tiene Rusia y en específico Rosneft?
Pues sí. Fíjate que cuando yo viaje a Cuba a entrevistarme con Fidel Castro en diciembre de 2001, estaba puesta sobre la mesa la reactivación de la refinería de Cienfuegos a lo que PDVSA había fijado una posición que era un negocio inconveniente.
¿Inconveniente desde el punto de vista técnico y financiero?
Exactamente. Era meter dinero a fondo perdido. Estamos hablando de un negocio de 3.500 millones de dólares en la que PDVSA debía poner sobre la mesa más de 1.500 millones de dólares y Cuba ponía los activos de la refinería. El mismo día que yo me encontraba en La Habana también estaba una delegación de Rusia de los grupos Crown y Alfa, uno subsidiario del otro y estaban allí porque querían hablar conmigo y al día siguiente estaba llegando Vladimir Putin en su primera visita a ese país. Yo me encontraba en el Tropicana con mi esposa y cuando estaba bailando se me acercó el presidente del grupo Crown y me dijo que necesitaba hablar conmigo. La conversación se dio en el propio Tropicana y me dijo: “Tengo entendido que ustedes quieren negociar con Cuba la refinería de Cienfuegos pero esa nos pertenece y está en los balances nuestro; y si ustedes se meten en eso nosotros ejerceremos las acciones internacionales necesidades para demandar a PDVSA por la apropiación de bienes nuestros”. Al día siguiente yo estaba almorzando con Fidel Castro y el vicepresidente Carlos Lange le dijo a Fidel que estaba aterrizando el avión de Putin. Fidel le dijo a Lange: “Anda al aeropuerto, lo recibes y le dices que no lo puedo atender porque estoy almorzando con el presidente de PDVSA”.
¿Fidel dejó de recibir a Putin porque estaba almorzando con usted?
Sí. A cualquier pone a pensar eso que hizo Fidel. ¿Qué de importante tiene el presidente de PDVSA por encima de Vladimir Putin para que Fidel Castro diga que no lo puede recibir? ¿De qué se trataba?
¿Cuál fue su lectura en ese momento?¿Qué se respondió a esas preguntas que se hizo?
Lo primero que pensé era que allí había algo turbio y que había algo que yo desconocía. La noche anterior ya había recibido la información de que yo había ido a La Habana a negociar lo referido a la refinería. En esa conversación durante el almuerzo, Fidel Castro me dijo: “nosotros tenemos razones para estar más molestos con los rusos que con los gringos porque los rusos son unos hijos de puta”. Cita textual. “Esos carajos no dejaron aquí ni un plato de comida, ni un apellido porque si a un ruso se le ocurría enamorarse de una cubana, lo expatriaban inmediatamente porque tenía prohibido relacionarse con nuestra gente y estuvieron aquí sacando todo el provecho que quisieron y cuando tuvieron la necesidad de irse se fueron, nos abandonaron y nosotros tuvimos que pasar al período especial. Para mí, Fidel lo que quería era apropiarse de la refinería.
Al final esa operación se concretó
Sí. Para mi esa operación se dio dentro de una triangulación con armas que le pagó a los rusos lo que ellos quería y lo pagó Venezuela a cambio de armas.
¿Y ahora que quiere Rusia o Rosneft?
Lo que creo es que el Gobierno venezolano está buscando una protección de activos de PDVSA porque podrían ser embargables debido a las demandas que afronta Venezuela en Estados Unidos. Para mí las operaciones con Rosneft van más allá de la necesidad de financiamiento.
¿Los rusos podrían quedarse con esos activos?
A lo mejor no y se trata de un convenimiento entre las partes.
¿Usted está al tanto de cómo está PDVSA?
No pero creo que tampoco Eulogio Del Pino esté al tanto de cómo se encuentra PDVSA y eso es lo que conviene a la revolución.
General Guaicaipuro Lameda: “CAMIMPEG es una empresa de maletín” | Petroguia