Jorge Urosa: “La corrupción es una razón de la crisis económica” 
 		     		   		   		   		     		       		       		       
 		       			
 		      
 		       		    
 		  
 		    		   		    		   		    		   		   		  El cardenal dijo que una de las causas de la situación que atraviesa del país es el robo de los recursos de la nación
  		     		     		     		     		     		    el nacional 13 de diciembre 2014 - 12:01 am
 		     		     		                          		     		      El cardenal Jorge Urosa Savino,  que ayer envió su mensaje navideño, expresó preocupación por la  situación del país. “Una de las causas de la crisis económica es el  gravísimo pecado de la codicia, el afán desenfrenado de dinero fácil,  que lleva a la corrupción, al robo de los recursos de la nación, a la  especulación, a exigir precios exorbitantes. Estamos en un ambiente  sociomoral de laxitud, de poca conciencia de la maldad de esas  acciones”, señaló.
El arzobispo de Caracas añadió que la crisis  ocurre cuando hay cuantiosos ingresos provenientes del petróleo. Dijo  claramente que las conductas ilícitas contra los recursos del Estado  constituyen expresiones de pecado. 
“Debemos recordar que todo  eso es pecado, que nos separa de Cristo, nos hace vulgares delincuentes,  y que Dios lo castiga”, advierte en el mensaje.
Llamó a rechazar la maldad de la codicia, del robo y de la corrupción.
Exhortó  a que durante este tiempo de Navidad se reflexione sobre las “plagas”  que afectan la situación sociomoral de los venezolanos, se escuchen y  acojan en el corazón los mandamientos de Dios, que llaman a “no robar”  y  “no matar”. 
Urosa también rechazó el ambiente de violencia  cuando se reacciona de manera desproporcionada ante las ofensas o las  contrariedades. Destacó que esas expresiones traen consecuencias, entre  ellas el odio, el asesinato, la delincuencia y la destrucción de los  demás.
Pidió de manera especial por los presos en las cárceles  venezolanas: “Para que los funcionarios del Estado resuelvan los  problemas graves que aquejan a nuestras prisiones”.
Reconciliación. El cardenal destacó que la Navidad es un tiempo propicio para acercarse al sacramento de la renconciliación.
“La  Iglesia nos invita a todos a prepararnos para una celebración  auténtica, feliz y provechosa de la Navidad. La Navidad, queridos  hermanos, es mucho más que los festejos, excesos y gastos que acompañan  estos días. Es preciso que pidamos a Dios que aumente nuestra fe. Y que,  con su ayuda, nos mantengamos firmes en la fe, a pesar de las  dificultades de nuestros tiempos. Nuestra fe está amenazada por los  embates de la superstición, por la ficción de la nueva era. También está  amenazada por la expansión de la santería, que es una religión distinta  y contraria al cristianismo, incompatible con la fe en Cristo. Y está  amenazada también por nuestra debilidad humana”.