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Forumer storico
Juan Carlos Hidalgo: “Mora venezolana haría ver como juego de niños la de Argentina”
Banca y Negocios @bancaynegocios
Juan Carlos Hidalgo es un especialista en comercio internacional y políticas públicas e integrante del CATO Institute, organización que desde hace más de 40 años defiende los principios del liberalismo y busca influir en la opinión pública en defensa de la libertad de mercado, el rol limitado de la acción estatal y la libre empresa.
Desde esta institución, en colaboración con el Fraser Institute y con la divulgación local de la organización Cedice, se mide anualmente el Índice de Libertad Económica. Se trata de una evaluación en la que Venezuela pasó de ocupar el primer lugar en 1975 (junto con el sitial de honor para el país de mayor renta per cápita en la región) a hundirse a partir de 2000 hasta el último lugar en la región y posteriormente en todo el mundo, entre 156 naciones en las que se evalúan la transparencia, el gasto público, el tamaño del aparato gubernamental, el respeto a la propiedad privada y el estado de derecho, entre otras variables.
Hidalgo declaró durante su actual visita a Venezuela por invitación de Cedice que el caso venezolano está caracterizado por un drama y una crisis humanitaria de graves proporciones en que las personas están muriendo por falta de medicinas y de atención médica, lo cual se desprende de la situación económica.
El riesgo de default
En cuanto al tema de un posible impago o mora en la cancelación de la deuda externa ya no es “una cuestión de si se producirá o no, sino cuándo ocurrirá” dadas las actuales dificultades económicas y el derrumbe del barril de petróleo, según expresa en entrevista con BancayNegocios.com.
“El caso de una mora sería desastroso para Venezuela, tengo entendido que un escenario así haría ver como un juego de niños lo ocurrido en Argentina”, cuando esta nación se declaró en default, sostiene.
“Podría ser mucho más complicado en cuanto a negociación con holdouts ante la no existencia de cláusulas de acción colectiva”, explica.
Sin embargo, admite que existen posibilidades de negociación como los canjes o swaps de bonos que no se pueden catalogar como inicio de un proceso de mora en los pagos de bonos. Al mismo tiempo, advierte que ya el país se encuentra en atraso en el pago de otra clase de compromisos como aquellos que se contrajeron con proveedores de empresas nacionales e importadores en general.
Enfatiza que la causa de este escenario está en el modelo gubernamental y que no se trata de un experimento nuevo sino que la historia ha confirmado que los ensayos socialistas suelen traer consecuencias como las que actualmente se observan en el país.
Contactos con multilaterales
Consultado sobre la posibilidad de que Venezuela llegue a una negociación con organismos como el Fondo Monetario Internacional, que acaba de suavizar las condiciones de pago para Grecia, considera que no es previsible este escenario mientras no ocurra un cambio de gobierno en el país.
“No veo jamás a Nicolás Maduro negociando con el Fondo Monetario Internacional”, sostiene.
Agrega que la actitud del FMI hacia Grecia le sorprende, dada la participación del organismo en la tríada que completan la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, asumiendo lo que califica como una actitud “permisiva y complaciente”, la cual considera no sería igual en el caso de Venezuela.
Posibles desenlaces
En cuanto a sus perspectivas sobre el país en el corto plazo, expresa sus votos porque el país logre encontrar una solución pacífica a sus problemas basada en el diálogo y la negociación.
Proyecta, sin embargo, que una salida así resulta difícil debido a la intención del Ejecutivo de prolongar su estadía en el poder lo más posible y que en los acontecimientos que puedan ocurrir en Venezuela será fundamental el papel de las Fuerzas Armadas.
“Tengo la esperanza de que la situación se arregle de una manera pacífica, en una forma que no sea cruenta y que haya algún tipo de negociación sin que haya muertos ni heridos, pero soy cada vez más pesimista en que vayamos a tener ese tipo de escenarios”, resaltó.
Banca y Negocios @bancaynegocios
Juan Carlos Hidalgo es un especialista en comercio internacional y políticas públicas e integrante del CATO Institute, organización que desde hace más de 40 años defiende los principios del liberalismo y busca influir en la opinión pública en defensa de la libertad de mercado, el rol limitado de la acción estatal y la libre empresa.
Desde esta institución, en colaboración con el Fraser Institute y con la divulgación local de la organización Cedice, se mide anualmente el Índice de Libertad Económica. Se trata de una evaluación en la que Venezuela pasó de ocupar el primer lugar en 1975 (junto con el sitial de honor para el país de mayor renta per cápita en la región) a hundirse a partir de 2000 hasta el último lugar en la región y posteriormente en todo el mundo, entre 156 naciones en las que se evalúan la transparencia, el gasto público, el tamaño del aparato gubernamental, el respeto a la propiedad privada y el estado de derecho, entre otras variables.
Hidalgo declaró durante su actual visita a Venezuela por invitación de Cedice que el caso venezolano está caracterizado por un drama y una crisis humanitaria de graves proporciones en que las personas están muriendo por falta de medicinas y de atención médica, lo cual se desprende de la situación económica.
El riesgo de default
En cuanto al tema de un posible impago o mora en la cancelación de la deuda externa ya no es “una cuestión de si se producirá o no, sino cuándo ocurrirá” dadas las actuales dificultades económicas y el derrumbe del barril de petróleo, según expresa en entrevista con BancayNegocios.com.
“El caso de una mora sería desastroso para Venezuela, tengo entendido que un escenario así haría ver como un juego de niños lo ocurrido en Argentina”, cuando esta nación se declaró en default, sostiene.
“Podría ser mucho más complicado en cuanto a negociación con holdouts ante la no existencia de cláusulas de acción colectiva”, explica.
Sin embargo, admite que existen posibilidades de negociación como los canjes o swaps de bonos que no se pueden catalogar como inicio de un proceso de mora en los pagos de bonos. Al mismo tiempo, advierte que ya el país se encuentra en atraso en el pago de otra clase de compromisos como aquellos que se contrajeron con proveedores de empresas nacionales e importadores en general.
Enfatiza que la causa de este escenario está en el modelo gubernamental y que no se trata de un experimento nuevo sino que la historia ha confirmado que los ensayos socialistas suelen traer consecuencias como las que actualmente se observan en el país.
Contactos con multilaterales
Consultado sobre la posibilidad de que Venezuela llegue a una negociación con organismos como el Fondo Monetario Internacional, que acaba de suavizar las condiciones de pago para Grecia, considera que no es previsible este escenario mientras no ocurra un cambio de gobierno en el país.
“No veo jamás a Nicolás Maduro negociando con el Fondo Monetario Internacional”, sostiene.
Agrega que la actitud del FMI hacia Grecia le sorprende, dada la participación del organismo en la tríada que completan la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, asumiendo lo que califica como una actitud “permisiva y complaciente”, la cual considera no sería igual en el caso de Venezuela.
Posibles desenlaces
En cuanto a sus perspectivas sobre el país en el corto plazo, expresa sus votos porque el país logre encontrar una solución pacífica a sus problemas basada en el diálogo y la negociación.
Proyecta, sin embargo, que una salida así resulta difícil debido a la intención del Ejecutivo de prolongar su estadía en el poder lo más posible y que en los acontecimientos que puedan ocurrir en Venezuela será fundamental el papel de las Fuerzas Armadas.
“Tengo la esperanza de que la situación se arregle de una manera pacífica, en una forma que no sea cruenta y que haya algún tipo de negociación sin que haya muertos ni heridos, pero soy cada vez más pesimista en que vayamos a tener ese tipo de escenarios”, resaltó.